"Me
enamoré a lo bonzo, sí. Puse toda la carne en el asador y comencé a
churruscarme poco a poco, pero nada importaba, no fue hasta que ya me sentía
carbonizada perdida cuando me di cuenta. Quemé hasta el último cartucho de mi
vida por estar a tu lado, puse la mano en el fuego, el cuerpo encendido con tu
voz merecía la pena. Pero todos sabemos que quien juega con fuego… y cuando ya
solo quedaron cenizas, volví a renacer cual tópico de ave Fénix y entonces…
entonces… busqué la misma piedra, la volví a colocar en el camino, y ante su
mirada fría y dura, saqué el mechero y comencé con la melena."
Idea sacada del blog de Pintaparada:
No hay comentarios:
Publicar un comentario