martes, 7 de junio de 2011

Titanic (II)

Construimos un buque para que fuera capaz de flotar. No lo construimos para que fuera capaz de chocar contra un iceberg o un acantilado. Desafortunadamente esto último fue exactamente lo que sucedió”. Alexander Carlisle, uno de los directores de los astilleros Harland & Wolff ante el Comisionado Inglés de Naufragios.




La ruta del viaje inaugural; la X marca el lugar donde ocurrió el hundimiento.





VIAJE INAUGURAL




Los preparativos habían comenzado hacía una semana: avituallamientos, alojamiento de la tripulación contratada, habituación a sus labores, etc. Cuando llegó el día en el que el Titanic debía zarpar desde el puerto de Southampton hacia Nueva York, el miércoles 10 de abril de 1912, la gente estaba tan emocionada que algunos decían que todo parecía un sueño.
En primera clase embarcaron 324 personas, 277 en segunda y 708 en tercera clase. Además, el Titanic llevaba 898 tripulantes. En total viajaban en el Titanic 2.207 personas. La primera clase estaba ocupada en un 46%, la segunda clase en un 40% y la tercera en un 70%. Los pasajeros habían sido laboriosamente robados de otros vapores con destino a Nueva York, para que la capacidad total del buque estuviera cubierta en un 55%. La tripulación de 898 miembros trabajaba en el Titanic incluía cerca de 500 azafatas, cocineros y acompañantes, una plantilla de sala de máquinas de 320 personas y una tripulación de cubierta de 65. El tamaño de la tripulación reforzaba la sensación de seguridad de los pasajeros.

Los principales miembros de la tripulación del Titanic eran:
• Capitán - Edward John Smith
• Jefe de oficiales - Henry Wilde
• Primer oficial - William Murdoch (originalmente asignado como Jefe de oficiales)
• Segundo oficial - Charles Lightoller
• Tercer oficial - Herbert Pitman
• Cuarto Oficial - Joseph Boxhall
• Quinto oficial - Harold Lowe
• Sexto oficial - James Paul Moody

El Titanic tuvo un viaje placentero durante los dos días siguientes. Desde Southampton viajó a Cherburgo, donde tuvo que fondear en su bahía, al no caber un barco tan enorme en el interior del puerto, y allí, utilizando barcazas, subieron pasajeros, sobre todo de segunda y primera clase. En este puerto francés embarco la famosa Molly Brown. Luego atracó en Queenstown, Cork, Irlanda donde embarcó pasajeros de tercera clase, la mayoría emigrantes que deseaban comenzar una nueva vida en EE.UU y el correo (también era “Barco de Correo Real”). Luego, cerca de las 13,30 hs., con clima calmo, el Titanic comenzó su gran viaje transatlántico. El buque debía arribar en Nueva York en cuatro días como máximo, y mientras tanto se planearon una variedad de bailes y cenas de gala para hacer del viaje una experiencia inolvidable.
Los días transcurrieron sin novedad, pero el 13 de abril empezaron a llegar los primeros informes de avistamiento de bloques de hielo en la ruta; al menos una docena de mensajes pudieron ser recibidos antes de que el telégrafo Marconi fallara por un periodo de 10 horas.

El 14 de abril de 1912 el Titanic también recibió mensajes de radio durante todo el día, advirtiendo de la presencia de icebergs flotantes, particularmente en la región entre los 42° Norte y entre los 49° y 51° Oeste. La primer advertencia fue recibida a las 9:00 hs. Luego, mensajes similares llegaron desde varios buques transoceánicos, pero sólo unos pocos fueron pasados al puente.
Cerca de las 21 hs. el Capitán Smith se reunió con su Segundo Oficial Charles H. Lightoller antes de retirarse a su cabina. Ambos sabían que en una noche tan clara y sin luna sería extremadamente difícil avistar icebergs.
Alrededor de las 21:40 hs. se recibieron más avisos sobre la presencia de icebergs, pero no fueron pasados a los oficiales. Durante el día se habían ido acumulando una gran cantidad de telegramas privados que necesitaban ser transmitidos, y los operadores de radio estuvieron ocupados durante toda la noche con este trabajo. En la confusión general del tráfico de radio, los avisos de la presencia de hielo fueron largamente ignorados. De hecho, el operador que aceptó la última advertencia estaba extremadamente irritado por la interrupción. Pero era claro que los oficiales tampoco tenían la experiencia suficiente para tratar con icebergs y se contentaron con la información proveniente de la cofa del vigía. De todos modos, el vigía ni siquiera contaba con binoculares.
El clima se enfrió a medida que se acercaban a los grandes bancos de Terranova y el capitán Smith ordenó alterar un poco el rumbo para pasar más hacia el sur de los grandes sectores de icebergs. La velocidad era de 22 nudos y Smith consultó a Bruce Ismay si podía bajarla, a lo cual este se negó aduciendo que deseaba hacer el mejor tiempo en su viaje inaugural. El último atardecer del domingo 14 de abril sorprendió al Titanic navegando en aguas muy tranquilas. Cuando la noche, muy helada, cayó, el buque navegaba en una zona de aguas quietas sin oleaje, un verdadero espejo líquido negro, lo cual era un inconveniente para avistar icebergs. Smith consultó de nuevo a J. Bruce Ismay, vicepresidente de la compañía, si podía reducir la velocidad, pero no obtuvo la aprobación de éste; Smith ordenó entonces redoblar la guardia en los mástiles.

A eso de las 23:35 , el cuarto oficial Boxhall venía desde la popa y se dirigía hacía el puente, el segundo oficial Lightoller estaba en su camarote presto a descansar (venía saliente de la guardia del puente), lo mismo que el quinto oficial Lowe y el tercer oficial Pitman; el telegrafista Bride en la cabina Marconi trataba de convencer a un malhumorado Philips que descansara en el camastro, el oficial en jefe Wilde estaba por ir a los camarotes de proa a inspeccionarlos antes de descansar (había dejado vigías extras en el sector de proa) y Smith se había retirado a su camarote de babor alrededor de las 22:30.
Murdoch estaba junto al sexto oficial James Paul Moody, en el puente. No hacía poco que Murdoch había instruido al señalero Samuel Hemming que cerrara todas las claraboyas del escotillón superior de sector del castillo de proa para no entorpecer la visión de los vigías apostados.
En la atalaya del palo de proa, pasando mucho frió, se encantaban los vigías Fleet y Lee, haciendo bromas entre ellos y apostándose una cerveza por quién diría antes “tierra a la vista” al divisar tierra americana. Estaba siendo una guardia muy tranquila. La mar estaba en calma, la noche no era muy oscura y nadie podía prever lo que les iba a suceder unos minutos más tarde.
Eran, aproximadamente las 23,40 cuando, de repente, el horizonte que tenían enfrente pareció oscurecerse y ante sus ojos apareció una montaña negra a unos 600 m de la proa La tenían enfrente sin haberla visto llegar. El vigía Fleet hizo sonar tres veces la campana, mientras su compañero descolgaba el teléfono que le unía al puente de mando y daba la voz de alarma.



Iceberg contra el que se cree que chocó el Titanic, avistado cinco días más tarde. Fue fotografiado porque tenía una linea roja en la base como si fuera pintura del barco.



“¡Iceberg a la derecha!” El Primer Oficial Murdoch tuvo menos de un minuto para reaccionar. Decidió detener inmediatamente el buque y retroceder a toda marcha. De esta forma, se prevenía una colisión frontal. Seguidamente Murdoch ordenó viraje a estribor quizás demasiado pronto sin sospechar que el iceberg (que era más alto que el nivel del puente) se extendía a los costados por debajo del mar. Finalmente el buque rozó el iceberg abriéndose las placas de estribor a 5 m de profundidad con 6 brechas diferentes que en total sumaban unos 100 m de rasgaduras y 5 compartimentos abiertos al agua. El Titanic quedó sentenciado.
La verdad es que estuvo a punto de conseguirlo. Unos metros más y el Titanic no hubiese ni siquiera rozado el iceberg, pero no pudo ser. La masa de hielo golpeo el costado de estribor, saltaron los remaches que unían las planchas de acero y el Titanic comenzó a inundarse.

Desde que el vigía Fleet hizo sonar la campana de alarma, pasaron 38 segundos, eternos segundos, hasta que se produjo la colisión. Se calcula que los vigías divisaron el iceberg a unos 400 metros de distancia.



COMIENZA EL CAOS



El tiempo había dictado sentencia. Los vigías no podían haber visto antes el iceberg y cualquier capitán u oficial de guardia hubiese hecho la misma maniobra que realizó el oficial Murdoch.
La noche de la tragedia del Titanic, en la zona donde navegaba, la temperatura de la mar era, aproximadamente, entre 0 y 1 grado bajo cero. Como ya conocen, el agua salada no se congela a 0 grados, sino a una temperatura más baja. No obstante, en un agua a 2 grados, una persona de complexión normal, puede aguantar viva, como mucho, entre 20 y 25 minutos. Por eso, el 90 % de las muertes del Titanic se produjeron por congelación, y no por ahogamiento.

Luego del choque, en un primer momento pareció desde el puente que este no había tenido consecuencias. Unos pocos pasajeros que todavía estaban despiertos apenas se dieron cuenta de nada. Pero cuando oyeron que el buque “apenas” había rozado un iceberg volvieron a sus cabinas y salones.
Debajo, en las entrañas del buque, los efectos del choque con el iceberg eran más evidentes. Los caldereros e ingenieros escucharon un fuerte ruido y vieron el agua entrar a raudales. Se dio inmediatamente la orden de sellar las escotillas para cortar la circulación de aire a los hornos.
Smith, quien estaba en su camarote salió cuando ya el témpano estaba alejado y se informó de lo ocurrido. Hizo detener de inmediato el barco e hizo llamar a Thomas Andrews y éste llamó a John H. Hutchinson, el carpintero, para repasar todo el barco. En ese momento Wilde en inspección del sector proel, fue informado por el señalero Hemmings y por el contramaestre Haines que en el estanque de pique de proa se escuchaba un silbido inusual, señal de que el agua estaba desplazando con fuerza el aíre contenido a presión en su interior. En ese momento, tan solo veinte minutos después, la sala de correo ya estaba inundada.

Andrews informó al capitán en presencia de Bruce Ismay, representante de la compañía, que cinco de sus compartimentos estancos delanteros de estribor se combaron hacia adentro, saltando los remaches e inundándose. Al principio el daño no pareció fatal; sin embargo, su diseñador Thomas Andrews, después de repasar el barco con el carpintero Huchtkins, predijo lo increíble: el hundimiento del Titanic sería a más tardar entre dos a cuatro horas. El casco del buque estaba dividido en 15 compartimientos herméticos, si sólo cuatro de estos se hubiera inundado, el barco hubiera podido mantenerse a flote, pero fueron cinco los compartimientos afectados. Y cómo pronto estarían llenos de agua, que luego inundaría los demás compartimientos, el destino del Titanic era hundirse.
El capitán y la oficialidad quedaron helados y de una pieza, estupefactos, Smith intentando no difundir el pánico, instruyó a sus oficiales para el abandono del barco. Smith impactado y en estado de shock, sabía por simple aritmética que muchos pasajeros morirían por el escaso número de botes.
Cerca de las 00:15 hs. dio la orden de descubrir los botes salvavidas y envió un SOS. Esta señal había sido introducida poco tiempo antes, y el Titanic era uno de los primeros barcos en utilizarla. Cuando se lanzaron las bengalas de auxilio, hasta el último de los pasajeros debía haberse dado cuenta de que algo terrible había sucedido. Muchos habían seguido ya las instrucciones y se encontraban en la cubierta del barco, con los chalecos salvavidas puestos.




S.O.S.




El primer operador de radio del Titanic, Jack Phillips, recibe la orden de enviar telegramas pidiendo auxilio. El primero de varios mensajes, será: «CQD CQD CQD CQD CQD CQD de MGY MGY MGY MGY MGY posición 41.44 N 50.24 W». Comenzó retransmitiendo CQD hasta que el Segundo Operador Harold Bride sugirió, bromeando: «Envíe SOS; es la nueva llamada, y ésta puede ser su última oportunidad de enviarlo». Entonces, Phillips empezó a mezclar SOS entre los CQD tradicionales, siendo uno de los primeros (no el primero) en usar este mensaje. El Titanic había colisionado a unas 600 millas de la isla de Terranova.

Cuando el agua casi inundaba su cabina, los radiotelegrafistas se colocaron los chalecos salvavidas y se lanzaron al mar, nadando hacia donde se encontraba el desplegable B, que había dado la vuelta en una falsa maniobra y estaba “con la quilla al aire”. Los dos se subieron al bote donde se encontraba el segundo oficial Lightoller y alrededor de otros 20 tripulantes.
Dos horas después, el oficial Jack Phillips murió congelado y su cuerpo fue dejado caer al mar.




La señal del telégrafo del Titanic tenía una musicalidad especial, debido a la alta frecuencia en la que producía sus tonos. Se llegó a probar el telégrafo de abordo en los astilleros del buque, consiguiéndose comunicarse la zona de aguas inglesas hasta El Cairo, en Egipto. En la noche del accidente, el RMS Olympic escuchó la llamada de socorro de su hermano gemelo pero no pudo hacer nada: se encontraban a 500 millas de distancia.





El acceso a los botes salvavidas siguió una regla simple: mujeres y niños primero, sin sus posesiones. A babor el Oficial Segundo Lightoller supervisaba el embarque en los botes salvavidas; a estribor lo hacía el Primer Oficial Murdoch.





Alrededor de las 00:25 hs. salió el primer bote, a pesar de que solo llevaba 28 pasajeros de primera clase, cuando 65 lugares estaban disponibles. Mientras Lightoller tenía que insistir en dejar sólo a las mujeres acceder a los botes, Murdoch tenía dificultades en convencer a la gente de subirse a ellos. Al principio, muchos todavía creían que el Titanic era más seguro que los botes salvavidas. Unas pocas mujeres de edad madura tuvieron que ser introducidas a la fuerza. Mientras tanto en la cubierta se sucedían dramáticas escenas. Ida Straus, la esposa del millonario, no quería separarse de su esposo. Otros hombres se despedían valientemente de sus familias. Los pasajeros de tercera clase habían sido los últimos en enterarse del accidente. Algunos sólo se enteraron cuando sus cabinas ya estaban inundadas. Pronto el caos se hizo total.
En una hora, 25.000 toneladas de agua se habían abierto camino dentro del barco. Cerca de la 01:00 hs. la proa del buque estaba bajo agua. La banda de música trataba todavía de mantener la moral de los condenados a muerte tocando animados ragtimes. Algunos pasajeros parecían ignorar lo que sucedía. En el salón de fumar de primera clase, los hombres jugaban tranquilamente a las cartas. El heredero de Guggenheim insistió en vestirse con sus mejores ropas de gala, diciendo que al menos quería “morir como un caballero”. A la 01:30 hs. cuando la proa ya estaba hundida en el agua, la gente apenas podía permanecer parada en la inclinada cubierta, unos pocos pasajeros trataron de saltar a los botes casi llenos, y sólo pudieron ser detenidos con disparos de advertencia.





Cerca de la 01:55 hs. incluso el hombre más rico a bordo, John Jacob Astor, tuvo que aceptar que su dinero ya no le servía de nada. Llevó a su esposa embarazada a un bote salvavidas, y pidió ser autorizado a subirse. El Oficial Lightoller permaneció inflexible: sólo mujeres y niños. Finalmente el bote partió, con sólo dos tercios de su capacidad completa.





De acuerdo con los sobrevivientes, una vez que los botes hubieron partido, una extraña calma invadió las cubiertas. A las 02:15 hs. el agua había alcanzado el nivel de la primera chimenea. Luego siguieron ruidos sordos, crujidos y bramidos, La iluminación del buque parpadeó y finalmente se apagó. La popa se inclinó hasta un ángulo de 45 grados. Se había alcanzado un punto crítico entre la tercera y cuarta chimenea, y el buque se partió en dos bajo su enorme peso. La parte más grande se alzó hasta los 75 metros y luego el buque considerado insumergible se hundió, empezando por la proa. A pesar de que teóricamente había todavía cientos de lugares vacantes en los botes salvavidas, los pasajeros remaron alejándose de aquellos que clamaban por ayuda desde el agua, por miedo a que el bote zozobrara si demasiada gente se subía. Sólo el bote número cuatro recogió a cinco personas del agua, dos de las cuales murieron a bordo.
EL RESCATE

El buque más cercano al Titanic era del vapor Carpathia de Cunard, rival de la White Star Line, que había partido de Nueva York con destino Gibraltar el 11 de abril de 1912 y lo comandaba el veterano capitán Arthur Rostron. Alrededor de las 00:25 del 15 de abril de 1912, recibió la increíble noticia de que el RMS Titanic se hundía tras impactar con un iceberg, el mensaje CQD enviado era tan angustiante que Rostron no tuvo dudas de ello y cambió de rumbo, forzó las máquinas del barco hasta llegar a hacer 14 n. El RMS Carpathia estaba en ruta paralela y en rumbo encontrado a unas 58 millas de distancia hacia el sur de la posición del RMS Titanic.

Avisó al Titanic que llegaría en el lapso de 4 horas al lugar ya que estaba como a 58 milas de distancia más hacia el sur casi en línea recta. El RMS Carpathia no era el barco más cercano, el SS Californian, un buque de transporte mixto estaba a menos de 10 millas de distancia y tenía al Titanic a la vista, pero por haber desconectado el telégrafo inalámbrico debido entre otras razones al pésimo trato dado por el telegrafista Jack Philips del Titanic 10 minutos antes del choque y su capitán, Stanley Lord, haber desestimado las muchas señales visuales luminosas enviadas por el barco condenado, no tomó parte en el rescate. (Sus controvertidas y contradictorias declaraciones posteriores ante la Comisión británica acabaron con la reputación de Lord y fue desvinculado de la Leyland Co).








El RMS Carpathia llegó a eso de las 4 de la mañana al sector y al amanecer descubrió a los botes salvavidas del transatlántico en medio de los témpanos. Afortunadamente el Carpathia, que generalmente estaba lleno de emigrantes, no llevaba su carga completa y le fue posible embarcar a todos los supervivientes que quedaban a bordo de los 13 botes salvavidas que permanecían en la zona. Entre las 4:14 y las 8:30 hs., 315 mujeres, 52 niños y 126 hombres fueron registrados como pasajeros, y 210 miembros de la tripulación fueron admitidos a bordo. Además subió a bordo los botes del extinto buque, a excepción de los plegables y se retiró del lugar a las 8:50 al momento de que el SS Californian al mando del capitán Stanley Lord aparece en el horizonte acudiendo al rescate tardíamente y Rostron le encarga barrer la zona en búsqueda de supervivientes. Puso rumbo de vuelta a Nueva York y durante la travesía albergó a los pasajeros según su clase y mantuvo silencio telegráfico hasta llegar a Nueva York a las 6 de la tarde del día 18 de abril de 1912, donde desembarcó pasajeros y los botes del Titanic en medio de la mayor expectación periodística.
La White Star Line alquiló cuatro barcos para recuperar los cuerpos del desastre: el Mackay-Bennett, el Minia, el Montmagny y el Algerine.



LA ORQUESTA DEL TITANIC



La orquesta: De arriba a abajo y de izquierda a derecha, Fred Clarke y P.C. Taylor. En el centro, G. Krins, Wallace H. Hartley y Theodore Brailey. Abajo, Jock Hume y J.W. Woodward. Roger Bricoux, no está en esta fotografía.






Durante el hundimiento, los ocho miembros de la banda dirigidos por Wallace Hartley, se situaron en el salón de primera clase en un intento por hacer que los pasajeros no perdieran la calma ni la esperanza. Más tarde continuaron tocando en la parte de popa de la cubierta de botes. La banda no dejó de tocar incluso cuando ya era seguro que el buque se hundiría. La banda tocó hasta el último segundo de vida.
Ninguno de los integrantes de la banda sobrevivió al naufragio, y desde entonces ha habido mucha especulación respecto a cuál fue la última melodía que interpretaron. Algunos testigos dicen que la última canción fue «Nearer, my God, to Thee» («Más cerca, oh Dios, de ti»). Por otro lado, existen tres versiones de dicha canción y nadie exactamente ha podido confirmar cuál de ellas se interpretó, o si realmente fue ésa la última.
El cuerpo de Hartley fue uno de los que se recuperaron y pudieron ser identificados. Su funeral en Inglaterra contó con la presencia de miles de personas. A pesar de ser considerado como un héroe en su país, la naviera White Star Line le cobró a su familia por el coste de la pérdida de su uniforme.


SE PARTE O NO SE PARTE



a la derecha, dibujos de Jack Thayer, superviviente del Titanic.



Muchas fotos e ilustraciones muestran al Titanic alcanzando, entero, un ángulo de 30°. Varios sobrevivientes del fatal incidente fueron entrevistados, y testificaron que la nave se partió en dos. Mientras tanto, otros testigos aseguraban que la nave se hundió intacta. No obstante, todos los sobrevivientes coincidían en que hubo un gran trueno o estallido, unos segundos antes de que la nave se hundiera. Se estipula que de haber un rompimiento, éste fue en un ángulo mucho menor que el mencionado: de tan solo 11º, y que se partió de forma gradual. Empezó a partirse empezando por las cubiertas inferiores entre la 3ª y 4ª chimenea, cuando la zona de la rotura estaba ya cubierta por el agua, la proa totalmente inundada y hacía de contrapeso y con un empuje hacia abajo considerable. El casco comenzó a partirse en sentido contrario al que se estaba haciendo hasta el momento, aplastando las cubiertas superiores y produciendo un corte limpio en la quilla, se produce la rotura del casco al nivel del mar o debajo del agua. La popa cae levemente sólo hasta que la proa aún unida se hunde, colocando la sección de popa una posición casi vertical. Una vez separadas, la sección de popa se da la vuelta de casi 180º sobre sí, permanece un minuto inmóvil (según testigos) y finalmente se hunde en el océano. Esta teoría ha sido desarrollada a la vista de nuevas pruebas halladas en 2005, por el barco de investigación ruso Keldish y una expedición de History Channel. Es la primera que explica el que la nave se haya partido en dos y que algunas personas testificaron que se hundió intacta, y otras que se partió en dos.



Para muchos observadores el Titanic no parecería haberse partido dado que la rotura final se produce bajo el agua, para otros más cercanos o más observadores si se apreciaría como empezó a partirse en dos poco a poco y la rotura produjo la corta caída y luego el levantamiento de la popa. Jack Thayer, uno de los supervivientes y testigos del hundimiento declaró que el barco se había partido y dibujó al Titanic en dos partes, la proa aparece asomándose en el agua y la popa en ángulo de 80°. Posteriormente, gracias al History Channel, se encontraron dos secciones del fondo del casco separadas como 800 m entre sí que encajaban perfectamente, una de las secciones correspondería al trozo de proa y el otro al sector de popa. Esto apoya la teoría de que el barco realizó un movimiento hacía abajo y hacia arriba antes de separarse las dos partes.

Tras el hundimiento, la parte de la proa tarda unos 15 minutos en dar contra el fondo del mar a unos 20 ó 21 nudos (casi a la misma velocidad que tenía cuando colisionó), y con el impacto, la estructura sufre daños algo más severos. Una de las cosas que resultan misteriosas es el campo de escombros de 600 m que le antecede como una alfombra angosta, que llega hasta el campo en donde se encuentra la parte anterior. Por su parte, la popa, aún llena de aire se hunde a alta velocidad (era la parte más pesada debido a las maquinarias) con implosiones por la presión que la deforman, desgajando las cubiertas y finalmente se estrella de quilla contra el fondo quedando casi totalmente destruida. Solo el lado de babor es reconocible. Partes del barco, como las chimeneas, son difíciles de identificar ya que tras el hundimiento de ambos segmentos del navío, estas seguían atadas y gracias a la increíble velocidad adquirida por la proa y las violentas explosiones que sufre la popa por la presión, estas prácticamente se desintegraron en ambos casos.


SECUELAS Y CONSECUENCIAS




A raíz de este accidente, se hizo cargo el afamado jurisconsulto Lord Mersey y se convocó en 1913 en Londres la 1ª Convención sobre Seguridad de la vida en el mar, que adoptó en 1914 el primer Convenio internacional para la protección de la vida humana en el mar (SOLAS), una serie de medidas para evitar la serie de fallos que habían motivado y agravado tal catástrofe, entre ellos la habilitación de una ruta mucho más al sur en tiempos de deshielo y una patrulla marítima que advirtiera periódicamente de icebergs en ruta.
La figura del capitán Edward John Smith fue exaltada en el sentir popular, erigiéndosele una estatua en su pueblo natal, en calidad de héroe. No cabía duda de que el capitán dio honor a su mando y protocolo de salvamento de la época al dar prioridad a sus pasajeros. La fidelidad a su trabajo hizo popular una frase que fue respetada por muchas décadas a partir de la tragedia: "the captain goes down with the ship" o "el capitán se hunde con el barco".



REDESCUBRIMIENTO



Durante 73 años no fue posible determinar exactamente donde se había ido a pique el Titanic, y menos precisar la posición exacta de sus restos. El 1 de septiembre de 1985, el investigador Robert Ballard y su equipo ubicaron los restos sumergidos del Titanic a 4.000 metros de la superficie, provocando gran expectativa mundial. Se utilizó el equipo sumergible ARGO que iba provisto de cámaras sensibles a la oscuridad.




Una vez explorado preliminarmente se descubrió que el Titanic no estaba entero, sino que estaba partido en dos, lo que sugirió que se partió al momento de hundirse: curiosamente, prácticamente ningún superviviente a excepción del joven Jack Thayer recuerda este suceso; según los propios dibujos de la época, aparecidos en la prensa, el barco se hundió aparentemente de una pieza y con la popa al aire.



Una visión fantasmal surgió desde el fondo pudiendo verse la sección de proa del famoso buque llena de carámbanos de óxido y en relativo estado general, en todo caso peor de lo que se imaginaron muchos interesados en el tema, que esperaban un barco casi entero y en buen estado en el fondo. Los escombros estaban esparcidos en los 600 metros que separan proa de popa.

En 1994, la compañía RMS Titanic, Inc. es reconocida como la organización con los derechos sobre las posesiones del Titanic. La orden dictada por una corte de los Estados Unidos es reconfirmada en 1996. Esto incluye el derecho a recuperar artefactos del naufragio. Durante las siete expediciones realizadas en 1987, 1993, 1994, 1996, 1998, 2000 y 2004, RMS Titanic, Inc. ha recuperado 5.500 artefactos, desde parte del casco hasta pequeñas piezas. Más de 15 millones de personas de todo el mundo han visto los artefactos que se exhiben en una muestra itinerante. En 1998, una expedición recuperó una pieza del casco del barco de 17 toneladas para ser exhibida.

En la actualidad, cualquiera puede sumergirse hasta el Titanic – si estás dispuesto a abonar cerca de 30.000 euros por el privilegio de hacerlo.
ESTADO ACTUAL


Los restos del Titanic se encuentran actualmente partidos en dos secciones, separadas entre sí por unos 600 u 800 m: la corrosión marina ha hecho sus efectos llenando de carámbanos de óxido cada espacio del navío y la tumba que es en sí el barco está muy oxidada y degradada, algunos perfiles son apenas reconocibles, la cubierta de madera y todos los objetos exteriores de ese material han desaparecido y está solo presente la base de hierro cubierta en parte por los restos del fango (la parte inferior) y otras concreciones marinas.
La sección de popa está severamente dañada y es apenas reconocible: por las características del daño los investigadores sostienen que esta parte del barco cayó casi de plano sobre el fondo (desde una altura de más de 3 km), desarmándose y aplastándose con la fuerza del impacto. También se cree que, a diferencia de la sección de proa, la popa al hundirse no se hallaba completamente inundada, lo que pudo provocar durante el descenso un súbito aplastamiento del casco al alcanzar una determinada profundidad, debido a la enorme presión del agua. La sección de proa está en un relativo mejor estado respecto de la popa y sus estructuras son reconocibles aún. Falta una sección media del barco de unos 104 m aproximadamente que se cree está enterrada en el limo y cerca de esta sección.





El estado general de los restos del Titanic ha preocupado últimamente a la comunidad científica pues se ha verificado un aumento de la velocidad de corrosión pese a la escasa proporción de oxígeno en las frías aguas. Esto es debido a las fuertes corrientes imperantes como la de Loreley que recorre todo el fondo marino del sector. Los investigadores asocian el mejor estado de la sección de proa a que esta «planeó» en el agua y se posó con relativa suavidad en el fondo.
Algunas expediciones han logrado introducir robots con cámaras en su interior, estas recorrieron algunas habitaciones de la cubierta A y se han encontrado con que algunas instalaciones interiores como chimeneas en las habitaciones de lujo, cerámicas, pianos, sillas y catres aún son reconocibles, en especial las lámparas.

En la sección de popa, el campo de escombros asociada a esta porción, contiene una gran cantidad de objetos que se desprendieron de su interior. Maletas, ollas, porcelanas y botellas están entremezcladas entre los hierros fantasmales de alrededor. Al investigar la sección de proa, algunos exploradores creen haber encontrado la fisura provocada por el témpano de hielo y han lanzado algunas teorías que han refutado la idea de que el témpano rajó la obra viva. Se ha aceptado que el témpano desprendió y soltó los remaches de las planchas del casco combándolas y permitiendo que el agua penetrara. En el interior, las piezas de madera que subsisten son escasas y están en avanzado estado de descomposición. La idea original de reflotar el casco es absolutamente impracticable.



6 comentarios:

  1. Vaya entrada más currada y apasionante... La verdad es que esas fotos de los restos en el fondo marino sobrecogen...

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  2. Sí, sobrecogen un montón, ese es el estilo de fotografías que comento al principio que me hizo buscar más cosas sobre el Titanic. No sé si es morbo, imaginación o qué sé yo...
    Por cierto, gracias por el piropo, como ya comenté (creo que en la primera parte) estuve tres días para hacer las entradas del Titanic, y aún me queda la de las personas que viajaban en él, aunque no estoy muy segura de hacerlo por si termina pareciendo el blog de Iker Jimenez o algo así xD

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  3. al final esta la entrada de las personas que viajaron en el titanic???

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  4. Hola Dona Lis, gracias por comentar y disculpa mi tardanza. No, al final no hice la entrada de pasajeros porque me estaba quedando demasiado morboso y tampoco era lo que pretendía, eso sí, tengo toda la información guardada, no sé si buscabas algo en especial.
    Muchas gracias por pasarte por el blog, y espero que sigas visitándome. Un saludo.

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  5. doy mi opinion personal sobre este descubrimiento ó mejor dicho de la leyenda del barco más grande del mundo, no por que hayan hecho dos peliculas una sin actores superconocidos, la base de esto es que tanta historia de tantas publicaciones sobre un barco no me creo que después de 100 años no hayan hecho una investigación muy al fondo y como siempre la excusa seria los gobiernos, pero mirad, en una página ví unas fotos hechan por tres mujeres turistas en una exposición en 2005 en Monterrey-Canada y que ponian unas imagenes como las que están en este foro, dicho esto, ¿es posible que la última noticia internacional sobre un descubrimiento de bacteria corrosiva hecha hace unos años vaya a hacer desaparecer un barco?, y que el uso de la bacteria con otros tipos de fabricaciones satisfagan a los cientificos, lo más interesante de la noticia es que dicen que en algún lugar de oceano atlantico unos buzos han visto la extructura, vamos y que más, a 4000 metros de profundidad ningún ser humano aunque metidos en el submarino más tecnologico del mundo vayan a aguantar la presiòn y que los únicos que están haciendo progresos son franceses. Este tema no interesa a nadie ó sea ni a gobiernos ni cientificos desde que terminó la primera década del siglo XXI. Y si alguién lee esto y tiene un tema reciente de este año que lo comenté y después le envié una carta al determinado gobierno que esté con el hallazgo.

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  6. Me e quedado sorprendida de esta historia, es la primera vez que me meto al ordenador buscando sobre el tianic, dia y noche , tratando de saber de ese dia y mil gracias por su informacion en tu pagina.

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