sábado, 24 de julio de 2010

Telegramas


Te anda esperando porque sabe que si tú la dices "ven", lo deja todo. Por mucho que la fastidie. Por mucho que trate de resistirse.



A logrado aparentar lo suficientemente bien que ya no le importas. Va aprendiendo.



Ha dado un paso atrás, se ha vuelto a entusiasmar con un simple saludo tuyo.



La estamos perdiendo, decídete de una vez, o déjala marchar.



Parece que mejora. Gracias por no volver a acercarte.


Hoy ha pasado todo el día sin pensar en ti, y ni siquiera se ha dado cuenta. Lo he celebrado en silencio.



Ahora sé que la quieres de verdad, y te agradezco el esfuerzo que estás haciendo.



Quería comunicarte que ha conocido a alguien. A partir de ahora nuestros contactos se irán espaciando en el tiempo.


Espero que tú también encuentres algún día la felicidad. Buen viaje. Adiós.

viernes, 23 de julio de 2010

Cuento II


Aparece de repente como un fantasma, sin hacer ruido ni avisar previamente, y entonces ataca con una canción que no entiende pero que se supone que va dirigida a ella, que habla de ella, o de ellos, o de él respecto a ella, lo que sea, pero que le despierta con un golpe sordo y brutal ¡BANG!
Ella, pobre ilusa, trata de nuevo, como cada vez, de hecho, de interpretar lo que quieren decir sus palabras rebuscadas, pero lo único que saca en conclusión es que él se sigue acordando de ella, y además, que sigue sientiendo algo, sino, ¿a qué vendría ese nuevo golpe maestro?
Él es un experto en darle una de cal y otra de arena, en ilusionarla lo suficiente como para mantener viva la pequeña llama del recuerdo de los buenos momentos, pero sin dejar de temblar, ya nunca podrá dejar de temblar, porque ya nunca se fiará de él, aunque vuelva a su lado cada vez que se lo pida, el miedo sigue ahí.
Así que completamente despistada, perdida, emocionada y, aunque la moleste excesivamente reconocerlo, muy ilusionada, espera ansiosa la hora de pasar por el banco, por si él está, y poder llamarle. Se reconoce perdedora.

jueves, 22 de julio de 2010

Everyday, one step closer to the abyss. Cada día un paso más hacia el abismo.


Everyday, one step closer to the abyss
caused by your sentences
full of moans and desires.


Everyday, I want more and more your touch,
to touch you,
to taste, to kiss, to lick each other
every corner of our bodies, leaving nothing,
all moisture, all panting ...


I want you to ride me in a thousand different ways,
to bite me into a thousand places,
that you scream in a thousand ways.


Sex to the fourth power,
try to control it, if you can,
It is long ago since I gave up .


Everyday, one step closer to the abyss
caused by your voice
and the strange idea of recognizing each other.


Each night , more eager to have you near me
so that we never stop,
Up / Down
inside / outside
once, and another and another,
uhmmmmmmmmmmmmmmm
my nipples are hard, they are calling you
Can you hear them?
Move it, push it, I wait for you,
I get you, you get me ... ... ... ... ... ...
Oiuij Djhfhigiyqgficjhskcn

Everyday, one step closer to the abyss.

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Cada día un paso más hacia el abismo
que provocan tus frases
llenas de gemidos y deseos.
Cada día más ganas de que me toques,
de tocarte,
de saborearnos, besarnos, lamernos,
cada rincón del cuerpo, sin dejar nada,
todo humedad, todo jadeos…
Quiero que me cabalgues de mil maneras diferentes,
que me muerdas en mil sitios,
que grites de mil formas.
Sexo elevado a la cuarta potencia,
intenta controlar tú si puedes,
yo hace tiempo que me di por vencida.
Cada día un paso más hacia el abismo
que provoca tu voz
y la extraña idea de reconocernos.
Cada noche más ganas de tenerte cerca
para que no paremos,
arriba/abajo
dentro/fuera
una vez, y otra, y otra más,
uhmmmmmmmmmmmmmmm
mis pezones ya están duros, te están llamando
¿puedes oirlos?
Muevete, empuja, te espero,
Te recibo, me recibes………………
Djhfhigiyqgficjhskcn oiuij

Cada día un paso más hacia el abismo.

martes, 20 de julio de 2010

Cuento


Él se sentaba en un banco de la calle por la que ella caminaba todos los días varias veces. Al principio se llamaban, algunas veces él, otras ella. Se sentaba a su lado y hablaban de cualquier cosa, pasaban buenos momentos juntos, se reían, se contaban sus problemas.
Aquello iba tan bien que en poco tiempo él la escribía poemas y proclama su amor, y quedaban siempre a la misma hora para disfrutar de su pequeño oasis.
Un buen día, él empezó a comportarse de un modo extraño. No siempre estaba en el banco sentado, y a veces, sí que lo estaba pero no respondía al saludo de ella o si lo hacia era desagradable e hiriente.
“Está bien” se dijo ella “ya no le saludaré más si eso es lo que quiere”
Pero él no tenía tampoco muy claro lo que quería, porque de repente la volvía a llamar casi como si nada, y ella, que le había echado de menos, volvía a sentarse. Le pedía explicaciones, y a veces se las daba y la pedía perdón. Y poco después, volvía a ser alguien que la hacía daño con sus palabras.
Ella se sentía como un yoyó entre sus manos, dispuesta a comportarse como él deseara en cada momento, que estaba muy bien si era normal, pero muy triste si se convertía en Mr. Hyde como ella llamaba al lado más desagradable de su personalidad.
Muchas veces siguió viéndole en el banco, y muchas veces deseaba volver a entablar una conversación y sentarse a su lado, recordaba sus bonitos poemas, sus palabras, pero sabía que ya nada sería igual, porque él no estaba bien.
Sin darse cuenta, se sorprendió un día que él estaba de nuevo en el banco pero esa vez volvió a saludarla. Estuvieron hablando horas y horas, hasta que amaneció, y él trataba de explicarle que no era fácil, que le seguía gustando, que si todo fuera más sencillo estarían juntos, pero que eso no era posible, y para sufrir menos, había decidido desaparecer de su vida pero que, aunque tarde, se había dado cuenta de que la echaba de menos porque además él le había contado cosas suyas que nadie más sabía, y aunque le daba miedo tanta cercanía, también era cierto que se entendían a la perfección.
“Entenderé que quieras que me cambie de banco” dijo él.
“No quiero que lo hagas” contestó ella.
Ella, alegre, dio por buenas todas sus palabras, decidió borrar todo el daño que le había estado causando y empezar de nuevo poco a poco a labrar la amistad que se había deteriorado en esas semanas. Pero lo que ocurrió es que de nuevo se equivocó, y al día siguiente, cuando se acercó contenta al banco a sentarse porque de nuevo la había saludado, el que la esperaba sentado era Mr. Hyde, que la volvió a herir.
“No me interesa tu vida” la dijo “no me interesa nada ahora mismo, así que no te voy a mentir, nunca lo he hecho”
Se levantó de allí hecha una furia, herida, pero mas que nada enfadada consigo misma por haber vuelto a tropezar en la misma piedra, cuando además ya había sido advertida por todos que él no estaba bien, y que no podría volver a confiar jamás en sus palabras. Se sentía humillada y triste y una gran ira se apoderó de su interior y antes de darse cuenta, había dicho una frase hiriente para hacerle daño.
“Ojo por ojo” se dijo.
Pero ella no era así, y se sintió fatal por haberle pagado con la misma moneda.
Al día siguiente, él estaba en el banco, como todos los días, pero nunca más volvió a saludarla. Ella quería hacerlo, incluso se preguntó si no sería buena idea pedirle perdón, pero tenía tanto miedo a otra mala contestación, que no se atrevía a acercarse. En su interior, esperaba que fuera él de nuevo el que la saludara un día, y esperaba, esperaba, mientras las semanas pasaban. Era consciente, además, que en el preciso instante en el que él la volviera a llamar, ella se sentaría en el banco.
“Sé que estoy perdida” pensaba “y sé que quizá llegará el día en el que sea capaz de dar un rodeo y no pasar por la calle donde está su banco. O puede que llegue el día en el que Mr. Hyde sea más poderoso y sea él el que no vuelva a sentarse en ese banco. Pero ahora no es ese momento”.
A veces, en el banco hay escrito poemas, y reconoce su letra, o él está escuchando canciones con un volumen suficiente como para que preste atención a la letra, pero no sabe si van dedicados a ella o no. Así que mientras tanto, sigue esperando, pasando por la misma calle día tras día, y asomándose al banco de vez en cuando, para darle la oportunidad de saludarla, y así caer de nuevo.

domingo, 18 de julio de 2010

Epílogo


-¿Se encuentra bien?
-Sí, todo estaba muy rico, gracias.
El camarero mira a los ojos de la comensal, serio, midiendo si decir algo o no.
-Disculpe mi atrevimiento pero tiene usted unos ojos demasiados bonitos como para reflejar tanta tristeza.
Ella no sabe qué responder.
-Será que hoy se me acaban las vacaciones- y trata de sonreir para quitarle seriedad pero sólo le sale una mueca.
-Sí, será eso- responde el camarero sin dejar de observarla, escrutándola, incluso ladeando ligeramente la cabeza como si no terminara de entender algo.
-¿Sería tan amable de traerme la cuenta?
La voz de ella le despierta de su ensimismamiento.
-Por supuesto, ahora mismo- y se marcha hacia la barra.
Ella se le queda mirando y ve como él se gira una vez más para observarla, antes de mandar a un compañero a que la cobre.

sábado, 17 de julio de 2010

Tocada y hundida, como el Titanic


Odia la crueldad, sobre todo aquella que se aprovecha de los sentiemitnos de los más débiles. Ella ayer fue muy cruel, con toda la mala intención posible, con alevosía, guiada por una furia, que, efectivamente, ciega. Lo había pasado mal y se sentía un juguete, un yoyo, y ante las nuevas palabras hirientes rebuscó en lo más profundo de sí para encontrar una respuesta que dejara a la otra persona fatal. No importa si surtieron efecto o no, lo que importa es que lo hizo llevada por un rencor malsano que lo peor es que no se ha ido del todo.
No toda la culpa fue de ella, de hecho la situación, vista desde ahora, cree que fue provocada con la intención de que saltara de una vez y dejara de lado su, llamémosle, diplomacia.
Aún así, cree que hizo mal, y se siente arrepentida. Ojalá fuera fácil acercarse de nuevo, pero teme que la responda Mr. Hyde y pierda el poco equilibrio que le queda.

Uno siempre se acostumbra rápido a lo bueno


Estoy sentada en el hall del hotel, acabo de salir de la habitación y ya he pagado la factura. Al final no me he decidido por bajar a la piscina, sino por recogerlo todo tranquilamente e irme desperezando mientras asimilaba que todo lo bueno se acaba.
Se acabó también la serie que veía (sólo fueron ocho capítulos), el servicio de habitaciones, la sensación de libertad y la experiencia, ahora queda volver.
El tren no sale hasta las 18:00, así que llegaré tarde a Madrid, y mientras tanto, miro esta semana y analizo día a día, preguntándome si ha merecido la pena y si he encontrado lo que estaba buscando, como la canción de U2.
Me costará acostumbrarme de nuevo a los horarios impuestos, al trabajo (el alivio es la empresa cierra quince días por vacaciones en agosto, aunque no haya sitio al que ir), a las llamadas (aunque alguna se ha colado en esta semana) y al ritmo mortífero. Me quedaría una semana más, quince días, puede que incluso un mes más.
Me ha encantado el hotel y los que trabajan aquí, desde el rubito cortés hasta el camarero buenorro de la cafetería, pasando por las señoras de la limpieza. Así que ya sabéis, si tenéis oportunidad de venir, alojaos aquí.
Por lo demás, es cierto que no he venido como una turista más, no pretendía verlo todo, ni meterme en cada iglesia por lo que puede parecer que no he hecho más que estar en la habitación. Puede ser, pero desde luego no me arrepiento, era lo que buscaba, tranquilidad, sentirme a gusto, descansada y relajada.
Gracias a los que habéis seguido mi viaje, por vuestros comentarios y por vuestro interés.
Ahora, si me viene el hambre, cosa que sinceramente dudo bastante, comeré algo, antes de cruzar los dos pasos de peatones que me separan de la estación, como toda una ejecutiva agresiva, con el portatil a cuestas, con mis mejores galas, con la edad adecuada, siendo otra persona más fuerte y con menos miedo.
Me gustaría llevármela a Madrid, pero por si acaso decide quedarse, llevo a mano el orfidal.

viernes, 16 de julio de 2010

Viernes, penúltimo día aquí


Acabo de volver a la habitación del hotel, y he decidido seguir contando el viaje. Los dos últimos días no añadí nada, porque tampoco hice nada digno de mención, quizá cenar jamoncito ibérico con salmorejo, ver un cielo realmente precioso desde mi cama (cuando atardece, el edificio de en frente, que además es de ladrillo normal y corriente, adquiere una tonalidad preciosa, y el cielo es de colores rosados), poner baladas en el facebook y tirarme hablando hasta las seis de la mañana. Como pagué a megavideo, al menos veo películas y series sin interrupción, como me pasó anoche, ya que no me podía dormir.
Pero hoy era un nuevo día, y ya que me han despertado, he decidido hacer algo provechoso antes de marcharme de aquí, por ello me he dado un baño de espuma con olor a manzanita, me he maqueado (qué guapa he quedado, madre mía...) y he salido a la calle, a coger un taxi para que me llevara el Barrio de santa Cruz. Volvía a ser mediodía. La verdad, es curioso pagar tan poco a un taxi, es como si nunca les mereciera la pena hacer una carrera, porque total, por cuatro euros... pero yo encantada, claro.
Me ha dejado en frente del bar Las Teresas, no las cerezas, como yo había entendido primero, pero no he entrado, me he decidido por callejear.
Lo primero que me he encontrado han sido los Jardines de Murillo, un sitio precioso, con unos árboles incapaces de abarcar en un abrazo, y una iglesia que curiosamente tenía en la pared dos escritos en azulejos para los niños enseñándoles a no dañar a los pájaros. Me ha encantado, ojalá todos los niños sevillanos (y los que no son sevillanos) hagan caso.
Lo malo del Barrio de Santa Cruz es que muchas casas se venden, y otras se están rehabilitando, aún así me ha parecido encantador, con sus calles estrechas y sus recovecos. Será fresquito, pero me pregunto si alguna habitación verá la luz del sol.
Para comer me he comido un delicioso helado del Hagen (o como se escriba) mientras andaba hacia Plaza de España, que sigue en obras lamentablemente, aunque he ojeado algo, y la verdad es que es preciosa. El termómetro de la calle marcaba ya los 41º y para variar, sólo los turistas andábamos por allí.
En el parque me he encontrado un palomo que pensaba que estaba herido, y menos mal que no, aún así, le he puesto un poquito de agua en el tapón de una botella. Pobre... también he visto gatos, así que o se mueve el pobre palomo o... en fin.
El parque de María Luisa no está nada mal, pero acostumbrada al Retiro, se me ha quedado un poco pequeño, eso sí, tiene sitios mágicos, como la glorieta Gabriela Ortega Gómez, con un árbol de cuento, que ya me gustaría saber a mí los siglos que tiene, y menos mal que lo han conservado. Tal vez simplemente me haya dejado cosas por ver.
Volviendo ya al hotel (andando, total, ya me sé el camino) me he encontrado con más calles que tienen relación con Luis Montoto, que deduzco que sería alguien importante en Sevilla, la verdad, todavía no lo he investigado. También he visto una calle García de Vinuesa, y las tripas se me han revuelto un poco... argh! pero no hablaré de política aquí. Un azulejo señalando el Camino de Santiago (grandes recuerdos me ha traído, y me he cansado sólo de pensar lo que le queda de camino a los peregrinos si van por Sevilla) y el FNAC, lo que ha hecho que mi imaginación volara por unos instantes y se planteara qué tal sería vivir en Sevilla, y trabajar allí, en frente de la Giralda y con el Guadalquivir a tiro de piedra.
En fin, hoy es pronto, ahora veré alguna película, ya no bajaré a la piscina por hoy, pero he conseguido que mañana me pueda quedar en el hotel hasta las dos de la tarde, lo que no está nada mal, así que puede que antes de marcharme de vuelta a los madriles, me dé un último chapuzón.

jueves, 15 de julio de 2010

I need you to raise me up , higher than I can reach..


No es bueno anclarse en unas palabras que se dijeron si todas las que han venido después han sido demoledoras.... por muy buenas que fueran las primeras, por mucho que te hicieran feliz, por mucho que fueran tu droga, tu mejor momento del día, si las de ahora te hacen desgraciada... hay que reunir el valor para no seguir atado a esa ilusión. ¿cuántas lágrimas necesitas derramar para que se borre ese recuerdo?






martes, 13 de julio de 2010

Martes y 13 en Sevilla


Vaya paliza que me he dado hoyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!!!!!!!!!!! Claro, todo le mundo no paraba de decir que si era una vaga, que ya me valía... pues después de estar bailando por toda la habitación (esta es una)
http://www.youtube.com/watch?v=RHGecjIgJ70
me he decidido y he dado una vuelta por Sevilla, larga, larga, cómo me he alegrado de tener mis super sandalias, que, pese a ser nuevas, como me las cogí planitas, no me han hecho ni una herida¡¡ni una!! y eso que iba provista de tiritas por si acaso. También estoy encantada con una crema que me compré en la farmacia para cuando rozo los muslamens al llevar falda... gran invento, ¡¡¡¡más que los botones!!!!!!
Me sigue sorprendiendo mucho los toldos que ponen en algunas calles para que a la gente no le dé una insolación, también me ha extrañado que las tiendas cerraran (era mediodía), porque creo que eso sería impensable en Madrid, al menos en el centro de Madrid, donde van todos los turistas (vamos, Sol y aledaños).
Me gusta mucho que los nombres de las calles y de algunos sitios esté en azulejo, no sé, es algo que siempre me ha gustado muchísimo, lo que no me ha gustado tanto es que a estas alturas de vida todavía haya gente que escupe en medio de la calle, por favor... qué asco...
Para comer me he comprado dos sandwiches (tengo alterado el ritmo, por lo que se ve, ya que eran casi las 6) que me he comprado en CI, que serán más caros, pero madre mía qué ricos estaban, uno de gambas y otro de salmón, sentada en un banco a la sombra, con airecito... en frente de unos azulejos que representaban al Cristo del Calvario.
Me conozco ya la famosa calle Sierpes de arriba a abajo, pero para llegar a ella a veces paso por calles donde las aceras son más pequeñas que mis dos pies... así que mola un poco ver a los turistas con cara de pasmo cuando viene un coche, jejejejej me recuerda un poco a ciertas calles de Toledo. Por cierto, he descubierto que hay más zapaterías por metro cuadrado que en cualquier lugar que yo conozca... incluido Bravo Murillo, y que tienen una zona llenita de cosas para novias, qué de vestidos, por favor.
Luego he llegado y he decidido ir un ratito a la pisci ¡y estaba sola de nuevo! así que unos largos y a terminarme el libro de la saga de True Blood (hoy no veré la serie, se supone que tengo Anatomía de Grey, espero).
El lado negativo del día, que me ha escrito Jessi y al final no puede venir a verme. Es una lástima, pero pienso bajar más veces a Andalucía, cada vez lo tengo más claro.
Por cierto, el chico de recepción es guapete, majete (rubito cortés)y ya me conoce, jejejeje (ha dado la casualidad que siempre le pido las tarjetas para internete a él y las toallas para la pisci, que te las cede el hotel).
Ahora buscaré qué ceno, y a relajarse en el hotel.
Y que nadie más me diga que no salgo de aquí, que hasta he cogido colorcillo.

lunes, 12 de julio de 2010

3 er DÍA EN SEVILLA


Bueno gente, al final, vi el final justico, justico para saber que somos campeones del mundo de fútbol. Y olé por Casillas con el besazo a Sara Carbonero, T5 debe estar echando cuentas de todo lo que va a ganar a costa de eso.
Luego seguí viendo True Blood, y me quedé frita.
Y esta mañanita, me ha despertado mi mami porque se creía que la había llamado, pero no, así que vuelta a dormir hasta las 12.30, es lo que tienen las vacas.
Me he ido al Corte a comprar unas cosillas que necesitaba, y luego a hacerme la manicura (esta sí que me gusta mucho) y a comer por ahí, cosas típicas de aquí, de las que ya no recuerdo ni el nombre, con un riojita que me ha encantado, del que tampoco me acuerdo el nombre, yo soy así. Es más, he descubierto que mi don para no perderme sigue intacto pero por poco, joer, ya me veía cogiendo un taxi para volver al hotel, y yo encima sabiendo que no estaba tan lejos, pero al final lo he conseguido solita : ) incluso me he encontrado con un super en el que he comprado coca para rellenar de nuevo la neverita.
He descubierto más cosillas: 1) casi parece que llevo yo mejor el calor que los de aquí. 2) que hay restaurantes con aspersores para que la gente no se muera. 3) que el carril bici se utiliza y mucho, cosa que sería impensable en los madriles. 4) que tanto me hablaban de los sevillanos, y debo estar dando con lo mejorcito de la ciudad. 5) que la ropa nueva me queda de muerte, si hasta me veo más guapa, jejejje
He visto la Giralda, los jardines, las calles típicas para hacer compritas... otro día quizá me asome por otras zonas, pero estoy en plan vaguilla, la verdad, total, la ciudad ya la conozco... aunque eso sí, haberla recorrido de día ayuda mucho.
Me gusta esta sensación de no tener hora, ni nada en lo que pensar y hacer sólo lo que me apetece, a esto había venido, claro. Pero es muy extraño, y aunque parezca mentira (me pongo colorada cuando me miras...) cuesta acostumbrarse a desconectar del todo.
Aún así, creo que es algo que todos deberían experimentar en algún momento de su vida.

domingo, 11 de julio de 2010

2º DÍA SEVILLANO


Pues sí, me puse el despertador para bajar al bufé antes de que cerraran. Había un montón de cosas, y si no, te las hacían, así que yo, me he puesto hasta arriba. Después, a la habitación, y poco a poco, muy pooooooooooooooooco a pooooooooooooco... me he quedado frita!!!!!!!!!! Totalmenete dormida!!!!! Cuando me he despertado eran como las 15.30 o algo así, ¿y qué hacer? me preguntas... pues bajar a la piscinita, con el libro (¿he dicho que es el segundo de True Blood?) y a hacer unos larguitos. La verdad es que se estaba genial, bajo la sombrilla, o en el agua.... qué relax, por favor, ha sido todo un momentazo. Y ya, a las 19.30, como no había comido, tenía un hambre que no he esperado (lo dije, dormir y comer cuando tuviera sueño y tuviera hambre) y me he pedido el menú, raviolis de marisco con gambas y ¿choclo? con salsa de no se qué y un postre de chocolate. ¡Ah! y copita de tinto incluida, todo ello mientras veia el primer capítulo de True Blood (ya estoy pensando en cuando megavideo me lo corte... y no, no funciona apagando y volviendo a encender).
Ahora estoy con el porrito, y a relajarse. Nop, no voy a ver el fútbol de momento.
Os dire que aquí son todos majísimos, ni una sola mala cara.
Probablemente mañana salga a comer fuera, de día, y a dar una vueltecita, total, estarán todos currando deprimidos o de resaca (dependiento del resultado).

1 er DÍA EN SEVILLA


Pues sí, ya estoy en Sevilla. Me levanté incluso antes de que sonara el dichoso despertador y me puse espídica a moverme de un lado a otro, estaba de los nervios. Menos mal que ahí estaba Angie para echarme una mano (y no al cuello, aunque sé que en ciertos momentos lo deseó).
Cuandlo íbamos ya en el coche me tuve que tomar medio orfidal. Por un lado, quería saber si era capaz de viajar sin él, pero el miedo que tenía en el cuerpo (a pesar de haber elegido un asiento estratégico por si me daba uno de mis """ataques""") me hizo tomármelo no fuera que no me sintiera capaz. Y mano de santo, qué paz, qué tranquilidad... El viaje fue genial, incluso dormí un poquito. Eso sí, casi acabo en Cádiz, porque el ALTARIA seguía trayecto, y no me podía creer que estuviéramos en Sevilla y nadie se bajara del tren, pensé que sería un sitio más pequeño... Ja! lo que ocurre es que la gente prefiere la playita. Pues toda para ellos.
Así que sólo nos bajamos otra chica y yo.
El hotel efectivamente está cruzando dos pasos de peatones, así que no me perdí. Es lujoso, o lo que para mí es un lujo. La habitación tiene una tele más grande que mi casa justo en frente de la cama doble que tengo pa mí solita (y eso que se equivocaron al principio y me iban a meter en una triple).
Además, ponen chorraditas de esas que me encantan: una botellita pequeña de cava, bombones, mogollón de cositas en el baño... ains, como me gustaría ser rica y vivir siempre así, sin preocuparme por nada, pero si hasta te abren la cama y te dejan un bomboncito y una tarjeta de dulces sueños!!! Más majos estos sevillanos....
No tenía hambre, así que me di una vuelta pequeña por los alrededores (no vi nada excepto que tengo un Media Markt en frente y un Burguer King, y El Corte Inglés casi al lado) pero encontré un pequeño supermercado, donde me abastecí de coca zero para la neverita de mi hotel.
Por la tarde, fumé un poco de petilla, y a descansar (bueno, y terminar de ver Eclipse), hasta las 19 h que bajé a la pisci, hice unos larguitos (no es muy grande, pero estaba vacía) leí un poco en la tumbona tranquilamente y subí a arreglarme para salir. ¡Qué bien me sienta la ropa nueva, la lencería nueva, el maquillaje nuevo, el collar nuevo! Vamos, que no parezco yo.
Y salir, salí, pero practicamente di una vuelta a la manzana. Soy miedosa, y sinceramente, sin saber hacia dónde ir (pone que el centro está a 25 minutos andando) y de noche, y sola... pues me volví. Compré algo de cena en el burguer, subí a mi habita, fumé otro poquillo e intenté ver Matrix, pero a pesar de lo que me gusta, el cansancio me pudo, y a dormir.
Por cierto, que no tienen persianas, (¿cómo no tienen persianas en un sitio tan soleado como Sevilla?) pero estaba tan echa polvo que aún así me quedé frita, muy cómoda ¡¡y tapada!!! Ayer quité el aire acondicionado de la habitación, y ahora tengo abierta un poco la ventana para que se vaya el olor a tabaco, ¿no quería habita para fumadores? ¡Toma habita para fumadores! apesta... y no sólo eso, sino que tengo una tos de carretero que parece que de un momento a otro va a salir huyendo mis pulmones ¡más niocotina noooooooooooo, por favor!!!!!!!!!!!!!!!
Como era el primer día, me entusiasmé, compré una tarjeta de 12 euros de timfónica para poder conectarme, por eso estuve casi todo el rato con el ordenador encendido, pero no sé si lo seguiré haciendo.
También pagué un día de desayuno de bufé libre, que ha sido hoy (domingo) y es cierto que hay de todo y si no, te lo preparan, pero ya tuve que poner el despertador de nuevo para que no se me fuera la hora, y además, teniendo en cuenta mi glotonería, casi es mejor que una y no más. Ya desayunaré por ahí.
En fin, creo que no se me olvida nada. Es una sensación muy, muy extraña el hecho de poder hacer lo que quiera cuando quiera y como quiera. Aún así, es difícil quitarse el lastre de lo que "debería" estar haciendo.
ah! y un último apunte, ¡¡¡¡vaya @#$%& de manicura que me hicieron!!!!! está ya toda destrozada. Nota mental: nunca más volver allí.

jueves, 8 de julio de 2010

Ojos rasgados, sueños y cocaína...


He vuelto a soñar contigo, después de tanto tiempo, y he de decir que ha sido como siempre, demoledor, triste y vacio.

Demoledor porque ver tu cara después de tantos años, después de creerla olvidada, hizo que se agitara en mí algo que creía ya desaparecido, ¿acaso no merezco que se cure la herida después de todo?

Triste, porque te comportabas como en otros sueños, como aquellos que tenía semana tras semana, como casi una Bella en la segunda parte, con unas preguntas sin respuesta, con tu desprecio, con tu risa de superioridad, con tu personalidad perdida en la cocaína.

Y vacio, porque el silencio estaba presente, y sigue presenta una vez despierta, y seguirá, ya que perdí tu pista, quise perderla para no dar más vueltas sobre algo que jamás tendría la palabra FIN.

Es cierto que hoy vuelvo a querer saber de ti, pero me obligaré, como otras tantas veces, a no buscarte. No creo que consiguiera encontrarte, y si lo hiciera, no creo que me gustara lo que viera, y si lo fuera así, no creo que obtuviera lo que necesito, y si todo esto fuera bien... aún así, no podría perdonarte lo que me hiciste.

Demasiadas lágrimas derramé ya por ti, demasiados sueños/pesadillas, no te mereces nada, ni siquiera mi descanso, ni siquiera mis sueños.

Así que desaparece de mi vida de una vez, por favor.

miércoles, 7 de julio de 2010

Irán: Mujer en riesgo de ser lapidada por adulterio



Se llama Sakineh Mohammadi Ashtiani, y probablemente muera lapidad, enterrada hasta la cintura y apedreada con piedras no excesivamente grandes como para que la maten, si no para que primero sufra. ¿El crimen? da igual, nadie se merece morir así. Nadie merece morir.
Amnistía Internacional está montando uina campaña para ver si consigue paralizarlos. Por favor, ayudadles, ayudadla.

martes, 6 de julio de 2010

"Eres mi ex, mi mejor amiga y la persona a la que amo y creeme si te digo que las tres cosas son dificilmente compatibles"


¡Qué difícil es estar enamorado y no poder gritarlo a los cuatro vientos, que es lo que uno realmente quiere hacer cuando eso sucede! ¡Qué difícil es echar de menos a alguien y no poder decírselo! ¡Qué difícil es intentar ser una femme fatale cuando lo único que deseas son unos mimos, un abrazo, un beso...!

Hay quien sirve para ocultar todo esto, y hay quien lo pasa mal porque no se ve capaz, porque le consume la energía el no poder hacer lo que realmente quiere como darse la mano dando un paseo, tomarse algo en una terraza mirándose a los ojos de esa manera que le hace a uno pensar cuán afortunados que son, ir a buscarse al trabajo para darse una sorpresa...

El deseo es terrible cuando debe ser ocultado, se puede convertir en una losa, en algo que poco a poco te va mermando, porque no te parece justo, porque quieres más, necesitas más, y la impotencia hace mella.

Además, el amor es lo más maravilloso de este mundo, cualquier clase de amor, y debería respetarse, sea como sea, se ame a quien se ame...


Otra cosa diferente es poner freno a unos sentimientos para directamente no enamorarse de la persona errónea, tratar por todos los medios de mantener los pies en el suelo, ser fría, distante, no sentirse vulnerable ni frágil porque sino el golpe será aún más terrible. Puedes intentarlo, por supuesto, puedes ponerle todo el empeño que quieras, pero una cosa es cierta, si te estás enamorando, o crees que te has enamorado, o simplemente notas algo dentro difícil de catalogar pero que te hace querer estar con esa persona... entonces, olvídate de todo, porque aunque huyas, va a estar ahí, y cuando le vuelvas a ver, a oír, a hablar, explotará y ya no habrá vuelta atrás, y estarás en el primer párrafo de esta entrada de este blog extraño. Y es que aunque nos moleste... SOMOS HUMANOS



"Y aunque el mundo se hunda bajo mis pies, seguiré gritando tu nombre"

lunes, 5 de julio de 2010

Ni siquiera puedo nombrarte....




Me pregunto si la que cambia soy yo, o tú, o la situación... lo único que sé es que te echo de menos, pero no puedo decírtelo, porque parece que te molesta oirlo, y me duele... ¡Cuántos intentos fallidos de volver a lo que teníamos! ¡Cuántas veces traté de que al menos tuviéramos una relación normal! Pero te escapas, huyes, no deseas enfrentarte a lo que te ofrezco, no quieres aparentar debilidad, y frente a ello, te escurres sin poder retenerte para al menos decirte que está bien, que no te preocupes...




Echo de menos hablar contigo, de la vida, de tonterías... que me llames y que me busques, sentirme querida, deseada. No me gustó el freno que pusiste a lo que teníamos, pero entendí que lo quisieras así. No me opuse a ir a tu ritmo, traté de comprenderlo, y ahora, después de todo, me he dado cuenta que lo que he hecho, aún sin percatarme en el momento, o mejor dicho, precisamente sin percartarme en el momento, es dejarte marchar...




Hace tiempo, tomé la determinación de no saludarte, porque sabía que tú no querías saludarme a mí. La verdad es que no entendía nada, si hasta hacía tan poco habíamos compartido tantas cosas, tantas risas, tantas lágrimas y tantos secretos... pero no quiero volver a caer por vigesimoctava vez en la misma piedra, no quiero lanzar un "Hola" sin respuesta, un "¿qué tal?" al vacio.... Aún así no paro de preguntarme, ¿cómo me puedes olvidar tan facilmente?