martes, 7 de junio de 2011

Titanic (I)

Construimos un buque para que fuera capaz de flotar. No lo construimos para que fuera capaz de chocar contra un iceberg o un acantilado. Desafortunadamente esto último fue exactamente lo que sucedió”. Alexander Carlisle, uno de los directores de los astilleros Harland & Wolff ante el Comisionado Inglés de Naufragios.







¿Quién no conoce la historia del Titanic? Aunque sólo sea por la película de James Cameron, a todos nos suena la historia del famos barco indestructible que acabó en el fondo del Océano con cientos de vidas perdidas.
En mi caso, mi primer contacto fue cuando yo tenía nueve años y estaba veraneando en casa de mi tio Bernard. Allí descubrí un libro (lo he buscado como loca pero nunca lo he llegado a encontrar) lleno de fotografías del fondo con los restos del transatlántico: vajillas, muñecas… esas imágenes nunca se me fueron, y desde entonces he visitado todo lo que ha estado en mi mano para empaparme más, exposiciones (Madrid, Valencia, Estocolmo…), museos e incluso un viaje a Cobh, el último puerto en el que hizo escala este gigante marítimo antes de su terrible final.
Ahora he decidido que, aunque el tema es manido, le debo una entrada en el blog, así que allá vamos.
Lo primero que voy a hacer es poner la información que considero esencial de la muy buena entrada que tiene la wikipedia y de la página web que se encarga de organizar las exposiciones y tiene en exclusiva los derechos sobre el Titanic y todo lo que a él se refiere, RMS Titanic, Inc.
Me limitaré a lo esencial, porque creo que lo que verdaderamente llama nuestra atención es, precisamente, el hundimiento en si, pero me temo que de todas maneras habrá de dividirse en varias entradas: esta primera sobre cómo comenzó todo y la descripción hasta el choque con el iceberg; el choque en sí mismo y el hundimiento, y por último, para los morbosos, otra entrada con historias de algunos de los pasajeros).

El Titanic fue construido en los astilleros de Harland and Wolff, en Belfast (Irlanda del Norte). Partió hacia Nueva York con 2.227 personas a bordo.

LA CONSTRUCCIÓN

La historia del Titanic, y la de sus dos barcos gemelos, el Olimpic y el Britanic, comienza en la mansión londinense, propiedad de Lord James Pirri socio mayoritario de los astilleros más grandes del mundo, Harland and Wolf. En esta casa se reunió a cenar la noche del 10 de junio de 1907, con Bruce Ismay director gerente de la compañía naviera White Star Line (al que muchos historiadores señalan como el autentico culpable de la tragedia, al ordenar al capitán Smith navegar a más velocidad de la recomendada en una zona de hielos. De hecho, sobrevivió a la tragedia aunque, por ocupar el puesto de una mujer en un bote salvavidas, fue rechazado por la sociedad británica y murió en la soledad de su mansión irlandesa en 1937).
Esa noche, decidieron la construcción de los tres barcos más grandes del mundo. Esa noche también decidieron los nombres que llevarían cada barco. Al primero le llamarían Olimpic, al segundo Titanic y el tercero Gigantic, nombre que después de la tragedia del Titanic cambiaron por Britanic. Curiosamente, la casa donde nació el Titanic, es en la actualidad la Embajada de España en el Reino Unido.
Para su construcción, se necesitaron 27.000 toneladas del mejor acero. El casco del Titanic estaba compuesto por chapas de acero, de 2 ,5 cms de grosor, que se unían con más de 3 millones de remaches. En el año 1912 todavía no existía la soldadura y la unión de las chapas se realizaba con remaches.

El diseño original de las naves era de tres chimeneas, pero Pirrie pensó que cuatro les daría un mejor aspecto y, sobre todo, los pasajeros pensarían que los barcos serían más rápidos en su cruce por el Atlántico gracias a esa cuarta chimenea y el diseño se cambio para acomodarla, aunque era sólo decorativa.


Las dos hélices laterales, ambas con tres palas, tenían un diámetro de siete metros y pesaban la friolera de 38 toneladas cada una. La hélice del centro, de cuatro palas, media 5 metros de diámetro y pesaba 22 toneladas.
La construcción del Titanic le costó a la compañía naviera White Star Line la astronómica cifra de 10 millones de dólares de 1912 (actualmente casi mil millones de euros).

La quilla del Titanic fue depositada el 31 de marzo de 1909 en los muelles de Harland & Wolff en Belfast, 15 días después de que sucediera lo mismo con su hermano el Olympic. Dado que ninguna empresa del mundo contaba con las capacidades necesarias para construir un barco de vapor de tal tamaño, tuvieron que unirse varios muelles para alojar al Titanic. Sólo el casco de este gigante requería el espacio de tres barcos convencionales. Cada una de las tres anclas del Titanic pesaba 15 toneladas. El casco pesaba 45.000 toneladas de registro bruto.
El Titanic tenía una longitud total de 269,04 metros y medía 28,19 metros en su punto más ancho. La altura desde la quilla hasta la punta de las cuatro chimeneas era de 56 metros. Estas son las dimensiones de un edificio de 11 pisos y las máquinas del Titanic medían casi 20 metros de altura, igual a un edificio de cuatro plantas. En la cubierta del Titanic podrían haberse construidos 3 campos de fútbol de primera división. Abajo, una de las chimeneas saliendo del taller.


El sistema propulsor consistía de una potente combinación de un motor alternativo a vapor de cuatro cilindros y triple expansión y una turbina Parsons de baja presión, que representaban la última tecnología naviera. Este enorme motor era alimentado por 20 calderas y 159 hornos. El Titanic consumía de 620 a 640 toneladas de carbón por día. Los tres motores unidos del buque generaban una potencia superior a los 50.000 caballos, lo que podían hacerle navegar a una velocidad increíble, incluso para nuestro tiempo, de 25 nudos. Estos abnegados trabajadores, llamados fogoneros, caldereros o familiarmente “la brigada negra”, trabajaban a unas temperaturas superiores a los 40ºC y manejaban constantemente el carbón, a mano y en carretillas.
La totalidad del Titanic estaba construida de acero; los arbotantes, los mástiles y el fondo eran extremadamente fuertes. Además contaba con puertas corredizas dobles en todo el barco, y la conexión entre las salas de motores y de calderas consistía de puertas herméticas que podían cerrarse desde el puente mediante poderosos electro magnetos.


En un principio, y sobre planos originales, estaba previsto que el Titanic llevaba un total de 64 botes salvavidas, pero, finalmente, esta cantidad se redujo a 20, debido a que la cubierta de paseo de primera clase quedaba demasiado estrecha para poder pasear y tomar el sol en ella, por este motivo se obligo a su diseñador a quitar todos los botes de la segunda fila y así dejar más amplio el pasillo, lo que fue considerado suficiente por los requerimientos de seguridad de la época. White Star Line no vio la necesidad de agregar más botes. Los botes salvavidas estaban ubicados en 2 grupos, uno hacia la proa y otro hacia la popa. En la parte delantera se hallaban 12 botes, 6 a cada lado. Con todos los botes a su máxima capacidad se podía salvar un total de 1.178 personas ((2x40) + (4x47) + (6x65) + (8x65)).

El responsable de hacer realidad las ideas de Lord Pirri y Bruce Ismay no fue otro que el joven ingeniero jefe de los astilleros Harland and Wolf, Thomas Andrews, que tenia fama de excelente ingeniero naval y buen diseñador. Era, además, un meticuloso trabajador que acostumbraba a revisar cada plano infinidad de veces y él mismo estaba muy pendiente de los trabajos que se iban realizando. Hasta tal punto se tomo en serio su trabajo al frente de la construcción del Titanic, que quiso realizar a bordo del barco su viaje inaugural para supervisar todo su funcionamiento y anotar todas las mejoras que se tendrían que realizar a bordo.

Porque llevaba sus compartimentos estancos se decía que el Titanic era prácticamente insumergible, y la verdad fue que, gracias a estas puertas estancas, el Titanic tardó casi tres horas en hundirse. Los ingenieros calcularon que si no hubiese llevado estas puertas estancas, el barco se hubiese hundido en menos de 30 minutos, por lo que, gracias a la colocación de estas puertas y a su buen funcionamiento, se pudieron salvar muchas vidas humanas.

El mando del Titanic fue confiado al mejor capitán de la época, Eduard James Smith, conocido como Capitán Smith. Smith era, sin duda, el más veterano y mejor capitán de la White Star Line. Llevaba 35 años en la compañía y jamás había sufrido ningún grave accidente. Este iba a ser el último viaje del capitán Smith, ya que se jubilaba a la llegada del Titanic a Nueva York porque deseaba estar más tiempo con su esposa y su hija. Smith había comentado para una revista de la época: «No puedo concebir que algo pueda hundir a los barcos de hoy, la construcción moderna va mucho más allá que esto».


A las 12 del mediodía del 31 de mayo de 1911, el Titanic era botado a la mar, acaba de soltar amarras del muelle nº 44 de la White Star Line. A las 12:05 dos cohetes fueron disparados seguidos por un tercero cinco minutos después. A las 12:13, el casco comenzó a moverse por su propio peso. Los silbatos de los remolcadores comenzaron a sonar, las mujeres agitaban sus pañuelos y miles de espectadores gritaban con admiración. El Titanic descendió 550 metros a una velocidad de 22 kilómetros por hora antes de ser detenido por 6 anclas y dos cadenas que pesaban 80 toneladas cada una. Se necesitaron tres toneladas de sebo, aceite de tren y jabón para poder deslizar el Titanic hacia el agua. Todo el proceso tomó sólo un minuto en llevarse a cabo. Una vez puesto a flote, el Titanic necesitó de 10 meses y millones de horas hombre para poder completar sus interiores. El 3 de febrero de 1912, el Titanic estaba listo con sus hélices y se aplicó una última mano de pintura al casco. El 2 de abril de 1912, el barco más grande del mundo en esa época zarpó de Belfast para sus pruebas finales en alta mar.

DESCRIPCIÓN DE LOS INTERIORES

Para su tiempo, el Titanic no tenía rival en lo que se refiere a lujo y elegancia. Fue equipado con una piscina interior, un gimnasio (la sala de gimnasia con su equipamiento ultra moderno, por ejemplo bicicletas fijas, máquinas de remo, y un caballo y un camello “eléctricos”, causó particular revuelo.), una cancha de squash, un baño turco, una biblioteca, y una sala de recepción, entre otras comodidades para uso exclusivo de primera clase. Los camarotes estándar de primera clase fueron adornados con revestimientos de madera blancos, muebles costosos y otras decoraciones elegantes. Contaban solamente con baños compartidos que disponían de agua caliente y fría. Se contaba además con estufas eléctricas.

En el caso de las suites se utilizaron en las salas de estar unas chimeneas hermosamente empotradas. Como una innovación en los viajes de la época, el Titanic ofrecía tres ascensores para primera clase y uno para la segunda.
Uno de los símbolos de la belleza, el lujo y el esplendor del Titanic era la gran escalinata de proa. Al entrar en ella, tras un paseo por la cubierta de primera clase, se notaba como la luz natural penetraba por la cúpula de hierro y cristal que la cubría y que se reflejaba en la pálida madera de roble real y en sus doradas y elaboradas balaustradas.

En la pared del rellano superior se podía ver un gran panel, también de roble real, tallado, con un reloj, el cual está rodeado por dos figuras, que simbolizan el honor y la gloria, que estaban por encima del reloj, simbolizando como el honor y la gloria deben de estar siempre por encima del tiempo. Por esta gran escalinata, los pasajeros de primera clase bajaban al salón comedor.
Cuando estos de tercera clase pasajeros embarcaron y fueron trasladados a sus camarotes, la verdad es que creían vivir en un palacio. Todos eran gente muy humilde y poder dormir en una litera limpia y cómoda, con servicio de habitaciones incluido y ser servidos en el comedor, era para ellos un autentico sueño. Aunque, la verdad es que estaban situados en la proa y en la popa del barco, donde más se balancea y donde más ruido se produce, estos camarotes de tercera se podían comparar con los camarotes de segunda clase de cualquier otro barco de la época. Incluso, en algunos barcos actuales, los camarotes no se diferencian mucho de este de tercera clase del Titanic.
Aunque los pasajeros que viajaban en la segunda clase del Titanic no disfrutaban, ni mucho menos, de los lujos de primera, la verdad es que realizaban un placentero y cómodo viaje. Incluso, previo pago de algún dinero extra, podían tener acceso a algunas de las estancias y servicios de los pasajeros de primera clase, como por ejemplo el gimnasio, la piscina, los baños turcos, etc.

Existían ascensores entre los pisos de las secciones de primera y segunda clase. Además de los opulentos comedores, un restaurante a la carta atendía a los dignatarios, y un Café Parisino servía de punto de encuentro para los pasajeros más jóvenes. La decoración del bar era más informal, con mobiliario de mimbre. Una enredadera de hiedra cubría las paredes de la terraza del café.
La sección de segunda clase era considerablemente menos espaciosa. Pero además de los comedores, aquí también había un salón, una sala de fumar y una biblioteca. La mitad trasera de la cubierta servía como cubierta abierta. Los pasajeros de tercera clase contaban con sólo un salón y una sala de fumar. El comedor estaba ubicado en lo profundo del buque, y las áreas abiertas estaban restringidas a un pequeño espacio en la proa y la popa. De todos modos, de acuerdo con testigos de la época, incluso las cabinas de tercera clase eran más lujosas que las de primera clase de otros buques transoceánicos.
Hacia proa, también se encontraba el puente y el primer bloque, el cual comprendía las habitaciones de los oficiales, la sala marconi, las máquinas que movían los ascensores y seis habitaciones simples de primera clase. En las paredes de este bloque se hallaban ventanas circulares que iluminaban las habitaciones interiores de primera clase de la cubierta inferior.
El segundo bloque lo conformaban la escalinata de primera clase y el gimnasio. El lugar estaba acondicionado para un mayor confort y tenía un panel de madera contra la pared del espacio de la chimenea donde se apreciaban dos figuras: un mapamundi y un corte transversal del barco.
Entre la segunda y tercera chimenea, se encontraba el techo elevado del salón general y la sala de lectura de primera clase. Más allá de la tercera chimenea, se encontraba un pequeño bloque destinado a los tanques de agua, la entrada de luz a la sala de máquinas y un espacio reservado con cubierta de paseo para los ingenieros. Al costado de este bloque se hallaba un tragaluz que cubría la cúpula que iba sobre la escalera trasera de primera clase. La cuarta chimenea no cumplía la función de expulsar humo de las calderas, por eso se le dio la función de dar ventilación a las cocinas inferiores y la segunda sala de máquinas donde se encontraba la turbina que movía la hélice de 4 palas. A ambos lados de la cuarta chimenea se encontraba el techo elevado de la sala de fumadores de primera clase en la cubierta inferior. Al final de la cubierta se hallaban la entrada y escalera de segunda clase (la cual descendía hasta la cubierta F). Así mismo, los pasajeros contaban con su respectiva cubierta de paseo.
Cubierta A

Conocida también como la cubierta de paseo, este nivel albergaba los camarotes, la sala de lectura, el salón común, la sala de fumadores y los Cafés Verandah de la primera clase, la escalinata de segunda no tenía salida a está cubierta.




La sala de lectura de primera clase fue, generalmente, para el uso de las damas. Las habitaciones interiores en está cubierta tenían la facilidad de recibir iluminación de la cubierta superior.
El salón común de primera clase albergó a los pasajeros antes que se diera la orden de empezar la evacuación. Detrás de la escalera y la entrada, se localizaban los tres ascensores para uso exclusivo de primera clase, los cuales transportaban a los pasajeros hasta la cubierta E, la gran escalinata hacia su primera parada justo antes de la segunda chimenea. Luego venía un pasadizo que estaba decorado en el mismo estilo que la entrada de primera clase y que contaba con una puerta giratoria. Este corredor llevaba a la sala de lectura y el salón común de primera clase. La sala de lectura era un ambiente decorado en estilo gregoriano con paneles de madera blancos y con ventanales que se extendían hasta la cubierta de botes, lo que le daba una buena iluminación. Además tenía una chimenea de adorno.




Al costado de la sala de lectura y en medio de la segunda y tercera chimeneas se encontraba el salón común de primera clase, el cual estaba decorado en el estilo Luis XV, inspirado en el Palacio de Versalles. Estaba tapizado y contaba con paneles de madera bellamente tallada en las paredes. En la parte delantera, cerca a la puerta había una chimenea de adorno sobre la cual se encontraba una miniatura de Diana de Versalles, más conocida como Artemisa y sobre todo eso, un gran espejo. Las ventanas se extendían, al igual que en la sala de lectura, hasta la cubierta de botes. Uno de sus mayores atractivos era su gran candelabro, el cual estaba ubicado en un pequeñísimo domo con tallados. El salón estaba subdividido en pequeñas áreas privadas separadas por muros con espejos y apliques de bronce. Aquí se podían sacar libros gracias a un estante ubicado en la parte delantera de la tercera chimenea. A ambos lados del mismo se hallaban un reloj y un barómetro. En la parte trasera, del lado de babor, había un pasadizo que contaba con otra puerta giratoria y que conectaba al salón con la escalera trasera, muy parecida a la Gran escalinata delantera, pero un poco más pequeña y con menos detalles (el reloj de su primer nivel era diferente al de El Honor y La Gloria coronando al tiempo).
El salón de fumadores era el lugar predilecto de los caballeros de primera clase después de las cenas. Hacia la popa se entraba a la sala de fumadores, decorada en estilo georgiano pero con paneles de caoba oscura. En los mismos paneles había adornos de bronce, que le conferían cierta elegancia. Sus ventanas no eran traslúcidas sino vitrales. Además, contaba con preciosos vidrios tintados empotrados en las paredes.




El café de estribor se convirtió en una sala de juegos temporal para los niños de primera clase durante el viaje. El suelo era de linóleo con un motivo que fue utilizado en otras áreas del barco. Su altura era mayor a la de la cubierta ya que su techo estaba elevado unos centímetros de más en la cubierta de botes. En esa elevación se hallaban unos pequeños vitrales que tenían la forma de la mitad de una elipse alargada. En el centro de su pared trasera, la sala contaba con una chimenea de mármol blanco que era la única utilizada en todo el barco para fines de calefacción, por ello contaba con 2 cestos de carbón, uno a cada lado; sobre ésta pieza blanca había un cuadro titulado El paso al nuevo mundo. Tenía acceso a un bar que compartía con los Cafés Verandah. Se comunicaba con el café de babor mediante una puerta giratoria. Los últimos espacios de primera clase en este nivel eran los cuatro cafés. Su decoración se basó en las casas de campo inglesas y sus paredes estaban cubiertas por hiedras y espejos, los cuales le daban un efecto de amplitud. La iluminación natural provenía de las cuatro grandes ventanas de hierro que tenía cada café, que sumadas a la cubierta abierta, permitían a los comensales tener una magnífica vista del océano. Aquí se servían piqueos y comidas ligeras, pero no almuerzos. La escalera de segunda clase pasaba de largo este nivel, pues no tenía salida.




Cubierta B





Este nivel estuvo diseñado principalmente para alojar a los pasajeros de primera clase y tener una cubierta de paseo que se extendería desde su parte delantera hasta la trasera, dividida justo después de la escalinata trasera de primera clase para dar lugar a la cubierta de paseo de segunda clase.




En el castillo de proa se hallaba el mástil delantero, la primera escotilla, la cual (a diferencia de las demás) funcionaba como tragaluz, debido a los pequeños ojos de buey sobre su cubierta. El sistema que movía las dos anclas de proa dejaba al descubierto las pesadas cadenas en este espacio; así mismo, la grúa que se ubicaba detrás del ancla servía para transportarla. Esta zona estaba reservada para la tripulación exclusivamente, por lo que los pasajeros de tercera clase no podían acceder desde el nivel inferior, aún habiendo escaleras.




La parte media de está cubierta era la más larga. En la parte delantera se localizaban las cabinas estándar de primera clase, las cuales se extendían hasta la gran escalera. A ambos lados de ésta se ubicaban las entradas de embarque de primera clase.



Delante de la entrada de primera clase se ubicaban las Parlor Suites, el conjunto más costoso en el barco. Cada una constaba de una sala de estar, dos dormitorios, dos vestidores, un baño y una cubierta de paseo privada. Había un conjunto en babor y otro en estribor. Las dos cubiertas de paseo estaban decoradas en estilo Tudor. La suite de estribor fue ocupada por la familia Martínez Cardeza y la de babor fue ocupada por Bruce Ismay.




Cubierta C





Está cubierta estaba dedicada principalmente al alojamiento de los pasajeros y los espacios de la tripulación (los cuales estaban reducidos a la proa). Está cubierta contaba con cuatro escotillas de carga, dos en la proa y dos en la popa. En la parte delantera, bajo el castillo de proa, había dos camarotes (uno a cada lado del barco) para los hombres de cubierta. Asimismo, se ubicaban dos comedores para uso del personal; el primero, con capacidad para 35 personas, le pertenecía a los marineros y estaba ubicado a babor, después de un camarote y antes de la cocina de la tripulación. A estribor se ubicaba el comedor para los fogoneros de las calderas (sala de carbón en la imagen), con capacidad para 87 personas. A ambos lados de la estructura se hallaban escaleras que conducían a los camarotes de los fogoneros en la cubierta inferior. Finalmente, junto al espacio abierto descendiendo por el castillo de proa, se encontraba el hospital de la tripulación. Esa cubierta abierta le pertenecía a tercera clase, por lo cual se instalaron escaleras de acceso (una a cada lado) desde su espacio cerrado de la cubierta D.




Cubierta D





En la parte delantera se encontraban las estancias de los maquinistas y una sala común de tercera clase. Luego de ser separados por un mamparo seguían las habitaciones de primera clase, las cuales estaban decoradas con paneles de madera blancos que se prolongaban hasta antes de los elevadores. El baño de caballeros se ubicaba hacia proa junto con cuatro bañeras compartidas y el baño de damas se ubicaba hacia popa con otras 4 bañeras compartidas. En esta sección contaban con una pequeña despensa. Luego se hallaban las puertas de embarque de primera clase (dos a cada lado), las cuales se cerraban herméticamente adheriéndose al casco; hacia dentro se cerraban con rejas dobles ornamentadas. La única iluminación de estas salas de embarque provenía de las dos ventanas rectangulares que tenía cada puerta y su decoración era de paneles blancos tallados con suelo de linóleo blanco; también contaban con una puerta doble del mismo diseño de las que conectaban al comedor (madera con hierro) y con un arco que conducía a los ascensores. Hacia popa, cada sala tenía una vitrina.




Al bajar por la escalinata, los pasajeros entraban en la sala de recepción, decorada con sillones y mesas de mimbre y con paneles de madera blancos, esta sala estaba adjunta, mediante puertas dobles al salón comedor de primera clase.




El comedor de primera clase era de estilo jacobino, en combinación de paneles blancos y muebles de caoba, con lámparas en todas las mesas y vitrales en profusión, que recibían la luz natural de una hilera doble de ojos de buey; hacia proa había un espacio para el piano, este era el salón más espacioso del barco. El comedor de segunda clase estaba situado a popa, con paneles de madera de color natural y sillas del mismo material, este comedor era casi tan espacioso como el de primera clase y la comida servida en ese provenía de la misma cocina que la comida del comedor de primera.




En está cubierta también se encontraba el hospital del barco, contaba con cinco cabinas privadas cada una con una camilla y un botiquín de primeros auxilios muy completo según relatos de los supervivientes, el hospital solo podía ser usado por pasajeros de primera y segunda clase. La galería de los pasajeros de segunda clase servía como punto de reunión de todos los pasajeros de dicha clase después de la cena.




Cubierta E





Esta era la última cubierta a la que llegaba la escalinata de primera clase de proa, en está cubierta estaban los baños turcos. Los baños turcos sólo podían ser usados por los pasajeros de primera clase, estaban decorados con baldosas de ricos colores, columnas sobredoradas y lámparas de bronce.



Cubierta F





En está cubierta se encontraban la piscina, el comedor de tercera clase y la sala general de tercera. La piscina solo la podían usar los pasajeros de primera clase. Situado en medio del barco, el comedor de tercera era en realidad dos salones divididos por un mamparo estanco. Sus paredes estaban pintadas de esmalte blanco y decoradas con posters de la empresa madre de la White Star Line, la International Mercantile Marine (IMM). La sala general, con sus paneles de madera de pino y sus muebles recios de teca, funcionaba como el salón de tercera clase.


11 comentarios:

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  2. sí, ¿verdad? aunque los peces abisales me dan un poco de respeto, jajajajaj las fotos del nuevo post sobre el Titanic y el video) son la caña... tan fantasmagórico todo...

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Titanic no es de Spielberg, es de James Cameron...

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  5. Madre mía, muchas gracias, jajajajjaja eso sí que ha sido una metedura de pata, ya lo he arreglado, gracias (qué fuerte, y eso que tengo la película)

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  6. tienes entrada sobre los pasajeros? gracias

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  7. Hola Dona Lis, gracias por comentar y disculpa mi tardanza. No, al final no hice la entrada de pasajeros porque me estaba quedando demasiado morboso y tampoco era lo que pretendía, eso sí, tengo toda la información guardada, no sé si buscabas algo en especial.
    Muchas gracias por pasarte por el blog, y espero que sigas visitándome. Un saludo.

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  8. Gracias por responder!! la verdad es que me interesa muchisimo estos temas (antigüedades, personas de otras epocas) y me parecio interesante la entrada, quizas sea morbo, pero tambien hay morbo detras de toda la historia. :-) en fin, si te animas a subirla avisame ;-)

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  9. Bien, como te avisé por el mail, lo pongo aquí también. Finalmente, hay una nueva parte de Titanic que espero que te guste, aunque las fotografías no las he encontrado mejores y me he dejado muchas historias fuera para no hacerla muy dura. Un saludo.

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