martes, 16 de noviembre de 2010

Odisea... o parece que el fin de la obra de El Escorial se acerca

Por fin parece que esto marcha. Por supuesto, no pude celebrar allí Halloween, pero si tiene pinta (de verdad de la buena) de que podré celebrar Navidad.
Los trabajadores acuden a trabajar, hoy de hecho va un inspector de la Comunidad de Madrid para hacer un inventario de las cosas que hay dentro (supongo que por lo del seguro y por si me llevo algo, aunque habrá muchas cosas viejas que tirar, no sé qué pasará con ello) y ayer entregué mis papeles correspondientes para que me lo adjudiquen a mí.
Ahora, a seguir esperando... por un lado, que me aprueben todo (he tenido que usar a mi padre como avalista porque no se fían de mí... habrase visto...) y luego ya que por fin terminen de una vez, firmar el contrato, que me den las llaves y Voilá!! tan sólo cuatro meses más tarde tendré mi piso.
Otra cosa positiva y de la que ni me acordaba (como si no conociera el portal y no fuera donde he vivido casi toda mi vida) es que tengo hasta cuarto trastero. Ahora no tengo nada que meter (por no tener casi no tengo ni muebles que meter en la casa) pero todo es bien recibido.
Y esa calefacción central, con el frío que paso yo en invierno...

Estoy buscando una cosa que siempre he querido poner en la que será la biblioteca (demasiadas cosas me temo, teniendo en cuenta que más de la mitad de la pared estará con estanterías con todos los libros, pero bueno).


Uno es un árbol genealógico de la mitología que tenía ya en esta casa, pero que ocupaba mucho para ser un estudio tan pequeño. Al nuevo, va puesto.
Otra cosa que quiero es una bola del mundo, porque la que hay en casa es de Carlos,

un mapa universal lo suficientemente grande para que se vea bien, un mapa de las constelaciones,













y por supuesto (y esto es lo realmente difícil) un árbol genealógico de las lenguas del mundo... peeeeeeeeeeeero no sé ni dónde buscarlo.

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