lunes, 20 de septiembre de 2010

Pasito a paso y con tu ayuda.



Salgo de esta, me enfrento a todo lo que pueda venir. Han sido momentos duros pero estoy de nuevo en pie. Aprendo cada día. Porque hoy he leido algo que me ha removido las entrañas.
Podés probar con mejoralitos, ibuprofenos y hasta con psicofármacos, pero todavía no inventaron remedios a la falta de voluntad, ni contra el miedo a vivir…para las palabras que te lastimen por su sinceridad (y esas, sabelo, sólo te las puede decir alguien que te quiere) podés comprarte tapones de oídos, para el mal sueño, podés conseguirte nanas en pastillas de colores, pero vas a seguir respirando, porque la vida es así, tarde o temprano vas a tener que respirar nuevamente…
(MI PEQUEÑO CACTUS NICANOR,parte III, cap II. S. J. L. Y. G.)


Seguiré luchando, aunque sí, lo que me pida el cuerpo sea hacerme pequeña y desaparecer entre mis sábanas. No voy a compadecerme más. Voy a cambiar. No estoy mintiendo. Lo digo completamente en serio.


Y entonces un poema donde yo no soy vos me empuja hacia el borde del que trato de salir.

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