Poesía, cuentos, series, curiosidades, política, fotografía, cementerios del mundo, religión, festivales de música... todo tiene cabida si me parece interesante y creo que te puede interesar. Gracias por pasar, no te olvides de volver a visitarme pronto.
domingo, 18 de julio de 2010
Epílogo
-¿Se encuentra bien? -Sí, todo estaba muy rico, gracias. El camarero mira a los ojos de la comensal, serio, midiendo si decir algo o no. -Disculpe mi atrevimiento pero tiene usted unos ojos demasiados bonitos como para reflejar tanta tristeza. Ella no sabe qué responder. -Será que hoy se me acaban las vacaciones- y trata de sonreir para quitarle seriedad pero sólo le sale una mueca. -Sí, será eso- responde el camarero sin dejar de observarla, escrutándola, incluso ladeando ligeramente la cabeza como si no terminara de entender algo. -¿Sería tan amable de traerme la cuenta? La voz de ella le despierta de su ensimismamiento. -Por supuesto, ahora mismo- y se marcha hacia la barra. Ella se le queda mirando y ve como él se gira una vez más para observarla, antes de mandar a un compañero a que la cobre.
Firmó la cuenta que el nuevo camarero la había traido y se dirigió al baño antes de marcharse a la estación. Cuando terminó de arreglarse un poco el pelo y de echarse brillo en los labios, se miró en el espejo. Era cierto, ahí estaban sus ojos, y ahí la luz apagada que los dejaba opacos. Antes de darse cuenta, ya le estaban corriendo vayas lágrimas por las mejillas. Se limpió rápido y trató de recomponerse, salió y se dirigió a la salida, acarreando la pequeña maleta, el ordenador, el bolso, alegrándose de que al menos la estación estuviera sólo a dos pasos de peatones de distancia. -Disculpe- le dijo la voz de un hombre mientras sentía a la vez un ligero golpe en el hombro. Se giró, allí estaba el primer camarero. -Siento si lo que le he dicho antes le ha molestado. No era mi intención. Quería que lo supiera antes de que se fuera. Ella sonrió, esta vez abiertamente. -Gracias por todo.- Le contestó acariciándole la mejilla y girándose, se encaminó de nuevo hacia el tren que la llevaría a casa.
Firmó la cuenta que el nuevo camarero la había traido y se dirigió al baño antes de marcharse a la estación. Cuando terminó de arreglarse un poco el pelo y de echarse brillo en los labios, se miró en el espejo. Era cierto, ahí estaban sus ojos, y ahí la luz apagada que los dejaba opacos. Antes de darse cuenta, ya le estaban corriendo vayas lágrimas por las mejillas. Se limpió rápido y trató de recomponerse, salió y se dirigió a la salida, acarreando la pequeña maleta, el ordenador, el bolso, alegrándose de que al menos la estación estuviera sólo a dos pasos de peatones de distancia.
ResponderEliminar-Disculpe- le dijo la voz de un hombre mientras sentía a la vez un ligero golpe en el hombro.
Se giró, allí estaba el primer camarero.
-Siento si lo que le he dicho antes le ha molestado. No era mi intención. Quería que lo supiera antes de que se fuera.
Ella sonrió, esta vez abiertamente.
-Gracias por todo.- Le contestó acariciándole la mejilla y girándose, se encaminó de nuevo hacia el tren que la llevaría a casa.
ohhhhhhhhhh ............... eres una crack ...... aixxx ..peroe sto no estaba ayer :P ..
ResponderEliminarque tengas un buen dia preciosa
http://www.youtube.com/watch?v=BC_Ta_UJxxA&feature=related
ResponderEliminarEsta es la canción que va con la historia. MUchísimas gracias a Marisol por ayudarme tanto con la BSO de este blog : )
Qué extraño es todo, es que me pareces tú! xD EL portátil, la maleta, el bolso, la estación, la vuelta a casa, los dos pasos de peatones... O.o
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