Bueno, parece que hay posibilidades de tener piso para finales de octubre. Por un lado, emociona la idea, por otro, pues da mucha pena abandonar el sitio donde he vivido durante casi cinco años.
Así que para subirme la moral, nada como darme una vuelta por IKEA y por sitios de decoración, y "oh, gran descubrimiento": los vinilos adhesivos.
Me gustan muchísimos, pero de momento hago selección, o la casa va a parecer un álbum de cromos. La cuestión es que hay de todos los gustos y colores, e incluso los puedes pedir por el genial Internete.
La habitación de invitados, que tiene unos muebles bonitos pero demasiados sobrios y sencillos, todo blancos, llevarán alguna de estas pegatinas. Espero poder poneros fotos cuando haya terminado, siempre y cuando no quede una chapuza, en cuyo caso estaré tan avergonzada y cabreada que no lo haré, obvio.
También vi en IKEA un reloj que me gustó mucho para la enorme entrada que tendré, si es que, insisto, el piso llega a ser finalmente mio, porque yo, hasta que no firme el contrato y tenga las llaves en mi mano, mejor no me fío, no sea que luego se tuerzan los acontecimientos, y menudo chasco.
De eso también os tengo que poner fotos.
Y por último, pero no por ello menos importante, estoy a la busca y captura de una sofá, lo suficientemente grande como para caber yo enterita a la hora de echarme la siesta (sí, es difícil pero no imposible, ya lo conseguí una vez). Al principio había pensado que fuera también chaislonge (no sé si se escribe así, la verdad); luego que una rinconera, que siempre me han encantado; que si es cama mejor que mejor para las visitas... total, que flipo yo solita, porque tienen unos precios que ya, ya, así que me veo, o bien con el sofá rinconera, chaislonge y cama de mi vida pero sin nada más (incluyendo sin comida) o podré encontrar algo que me guste y no me arruine.
En fin, os seguiré contando, y mientras, sigo buscando, que hay miles de premios.
Así que para subirme la moral, nada como darme una vuelta por IKEA y por sitios de decoración, y "oh, gran descubrimiento": los vinilos adhesivos.
Me gustan muchísimos, pero de momento hago selección, o la casa va a parecer un álbum de cromos. La cuestión es que hay de todos los gustos y colores, e incluso los puedes pedir por el genial Internete.
La habitación de invitados, que tiene unos muebles bonitos pero demasiados sobrios y sencillos, todo blancos, llevarán alguna de estas pegatinas. Espero poder poneros fotos cuando haya terminado, siempre y cuando no quede una chapuza, en cuyo caso estaré tan avergonzada y cabreada que no lo haré, obvio.
También vi en IKEA un reloj que me gustó mucho para la enorme entrada que tendré, si es que, insisto, el piso llega a ser finalmente mio, porque yo, hasta que no firme el contrato y tenga las llaves en mi mano, mejor no me fío, no sea que luego se tuerzan los acontecimientos, y menudo chasco.
De eso también os tengo que poner fotos.
Y por último, pero no por ello menos importante, estoy a la busca y captura de una sofá, lo suficientemente grande como para caber yo enterita a la hora de echarme la siesta (sí, es difícil pero no imposible, ya lo conseguí una vez). Al principio había pensado que fuera también chaislonge (no sé si se escribe así, la verdad); luego que una rinconera, que siempre me han encantado; que si es cama mejor que mejor para las visitas... total, que flipo yo solita, porque tienen unos precios que ya, ya, así que me veo, o bien con el sofá rinconera, chaislonge y cama de mi vida pero sin nada más (incluyendo sin comida) o podré encontrar algo que me guste y no me arruine.
En fin, os seguiré contando, y mientras, sigo buscando, que hay miles de premios.
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