Sé que me miras, que me observas
aunque trates de disimularlo.
Sé que te gustaría saber más de mí
pero no me preguntarás.
Hago que no me doy cuenta,
tampoco yo diré nada
porque no hay nada que se pueda decir.
Y también te observo,
y pienso, recuerdo, imagino,
repaso conversaciones,
cierro los ojos, revivo momentos...
Sigo haciendo que no me doy cuenta,
ya no hay nada que decir
y tú no pararás de disimular.
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